Narra Joe:
Tenía preparado algo especial para hoy. Quería celebrar este día con Fran para que nunca se olvidara de mí, especialmente cuando estuviera en San Francisco. Y cuando me recordara, sólo le vinieran a la memoria esos lindos momentos que pasamos juntos.
Les dije a mis hermanos que ocuparía el auto toda la tarde para que no hicieran planes en vano.
Aún era temprano, así que empecé a arreglar las cosas sin que Fran lo notara y luego las escondí en el maletero del auto.
Cuando las chicas estaban poniendo la mesa y mis hermanos intentaban hacer algo comestible para el almuerzo decidí que ya era hora de la siguiente sorpresa…
Joe: Bebé, vamos (dije suavemente cerca de su oído y la abracé por la espalda hasta cruzar mis brazos por su cintura mientras ella terminaba de poner los cubiertos en su lugar).
Fran: ¿A dónde vamos? (preguntó volteándose).
Joe: Sorpresa… (tomé su mano y nos dirigimos hasta la puerta).
Fran: Pero Joe, espera. Déjame avisarle a los chicos.
Joe: No, ahora no puedes hacer nada. ¿Acaso no ves que te estoy secuestrando? (ya nos encontrábamos frente a la puerta).
Fran: ¿Ah sí? ¿Y este secuestrador no sabe que yo puedo gritar?
Joe: Sí, pero sabe que no serviría de nada porque el la tomaría con sus fuertes y trabajados brazos y la llevaría al auto sin ninguna dificultad… (Fran ya estaba fuera de la casa y yo sujetaba la puerta para cerrarla).
Fran: ¡Touché! (dijo de forma graciosa, como haciendo esgrima, al no saber que más responder).
Joe: ¡Jajajajaja! Bueno, vamos al auto…
Cuando Fran se dio vuelta para caminar hasta el auto yo me asomé rápidamente por la puerta e hice algunas señas a las chicas para dar a entender que saldría con mi novia. Andre hizo una seña con la mano acompañada de un gracioso movimiento de cejas, típico en ella (como 1313) y ______ se limitó a sonreír. Cerré la puerta antes de que Fran se diera cuenta y me encaminé raudo al auto para llegar antes que ella y abrirle la puerta del copiloto.
Fran: Ojalá todos los días me secuestraran de éste modo (dijo mientras subía al auto, con una sonrisa en el rostro).
Joe: (respondí con un pequeño beso y luego cerré la puerta. Di la vuelta al auto y me subí a el). Espero que yo sea el único que te secuestre.
Tardamos unos 20 minutos en llegar. Durante todo el camino Fran preguntaba a dónde la llevaba, pero hice caso omiso a todas sus preguntas y sólo le respondía con una sonrisa y un “ya lo verás”.
A medida que nos acercábamos, el paisaje se hacia más y más hermoso. Fran bajó la ventanilla del auto, sacó la cabeza por ella y disfrutó del viento que pegaba en su cara, haciendo que se viera más hermosa que nunca. Detuve el motor y Fran bajó rápidamente del auto. Recorrió con la mirada el lugar y me miró.
Fran: Es hermoso (se acercó a abrazarme). Gracias.
El terrero era un claro escondido en uno de los tantos bosques el sector. Afortunadamente un camino lo bastante ancho para que el auto pasara hizo posible que llegáramos hasta allí. El suelo estaba cubierto de flores y el cielo completamente despejado. Había una pequeña cascada y mucha vegetación, era un lugar simplemente perfecto.
Joe: Espérame un momento (fui hasta la parte trasera del auto, abrí el maletero y saqué un canasto). El almuerzo esta listo (dije moviendo la cesta cuando me encontré otra vez con mi novia).
Fran: Eres lo mejor del mundo, ¿lo sabías?
Joe: Pues sí, pero no me molesta que lo repitas (reí y la besé).
Nos acercamos a la cascada y puse una manta en el suelo para que nos sentáramos. Abrí el canasto y saqué las cosas que estaban en él.
Fran: ¿Qué trajiste?
Joe: Mmm… sándwiches, jugo y fruta. ¡Ah! Se me olvidaba lo más importante… ¡chocolates!
Fran: ¡Yo quiero! ¡Yo quiero! (intentó quitármelos de las manos).
Joe: No, es para después (lo escondí en detrás de mi espalda).
Fran: Pero Joe (suplico con cara de perrito mojado). Yo quiero. ¿Por qué me haces eso si sabes que me encanta el chocolate?
Joe: Porque me gusta hacerte sufrir (puse cara de malo).
Fran: ¿Ah sí? Pues yo te puedo hacer sufrir más.
Se acercó a mí con expresión vengativa y comenzó a depositar suaves besos en mi cuello. Cuando ya no estaba a la defensiva puso sus manos en mi abdomen y me hizo cosquillas hasta que no pude más y le pasé el paquete.
Joe: Esta bien, esta bien (tratando de recuperar el aliento). Toma.
Fran: Eres el mejor (me dio un beso en la mejilla).
Cuando terminamos de comer todo lo que había traído nos tumbamos en la manta. Puse un brazo en atrás de mi cabeza y con el otro acerqué a Fran a mi cuerpo rodeándola por la cintura y acariciando esa parte de su cuerpo. Ella me abrazo, se acurrucó contra mi pecho y comenzó a dibujar círculos en mi abdomen.
Fran: ¿Sabes? Nunca creí que podría ser tan feliz. Esto que siento es distinto a cuando estoy con mi familia o mis amigos. Es incluso distinto a cuando estuve con Max…
Joe: A mí tampoco me había pasado esto… pero es algo genial. Incluso llega a ser adictivo. Me cuesta no estar contigo, no verte, no besarte, no acariciarte, no sentir tu aroma…
Fran: ¿Acaso me hueles? (preguntó divertida levantando su cabeza para verme a los ojos).
Joe: Por supuesto, y tú olor es el mejor de todos.
Fran: ¿A qué huelo? (intrigada).
Joe: Mmm… hueles dulce, como a vainilla. Me agrada tu aroma (miré otra vez al cielo).
Narras Tú:
Después de almorzar y lavar nos sentamos en el sillón para decidir que era lo que finalmente haríamos esa tarde.
Nick: Podríamos ir a la playa.
Tú: Fuimos ayer…
Andre: Podríamos ir al pueblo.
Kevin: Joe se llevó el auto… ¿y si vamos a cabalgar?
Nick: ¡Buena idea!
Tú: Pero ¿dónde?
Nick: Nosotros tenemos caballos no lejos de acá. ¿No lo habíamos dicho?
Andre: No, ¡pero que importa! ¡Vamos ahora!
Tú: Espera, me voy a cambiar y nos vamos.
Subí las escaleras y caminé hacia mi habitación. Tomé lo primero que encontré quedando así http://i267.photobucket.com/albums/ii308/mary_amt/Asshh.jpg (sin el bolso) y bajé para encontrarme con los demás.
Tú: ¿No vamos?
Nick: Sí, vamos.
Me tomó la mano y seguimos a Andre y Kevin que iban delante de nosotros, abrazados.
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