Capítulo 23 (Segunda Temporada)

jueves, 7 de mayo de 2009
Narra Fran:

Después de almorzar salí a dar un paseo con mi mamá. Siempre estaba tan preocupada de mí y mis hermanos que casi no podía darse tiempo para ella o tomar unas vacaciones, lo que me impulsó aún más a invitarla a Nueva York. Además, era una de las ciudades más fabulosas de E.E.U.U., tenía derecho a disfrutarla.
Después de varias horas deambulando una fuerte brisa nos azotó y cuando me di cuenta ya se había oscurecido, por lo que decidimos volver al hotel.
Entre a mi habitación, recogí unas bolsas que estaban a los pies de mi cama y me dirigí al cuarto de Joe. Toqué la puerta un par de veces y la abrió con aspecto somnoliento.
Fran: ¿Te desperté?
Sonrió, se restregó los ojos y me invito a pasar. Me senté al borde de su cama, él se recostó a mi lado y nos miramos en silencio por unos segundos hasta que me preguntó si había ido al centro comercial otra vez.
Fran: ¿Lo preguntas por las bolsas? (carcajeé). La verdad es que el día que todos fuimos de compras me aproveché de la tarjeta de crédito de mi mamá y te compré un par de cosas.
Joe: No tenías por que hacerlo (dijo mientras recibía los paquetes).
Fran: ¡Claro que sí! Tú siempre me haces regalos y… estoy segura que te verás adorable con esto.
Joe: Muchas gracias. Eres un encanto.
Se levantó lentamente hasta llegar a mi altura y me besó, haciéndome caer a la cama. Suavemente se puso encima de mí tratando de no hacer mucho peso, pero eso ya no me importaba. Puse mis manos en su nuca y las enredé en su sedoso cabello. Él ubicó las suyas en mi cintura, acariciando con delicadeza mi espalda y abdomen. Nuestras respiraciones se agitaban mediante nos besábamos con más pasión. Ambos sabíamos que no llegaríamos a términos mayores, pero debía aceptar que me encantaban las sensaciones que Joe provocaba en mí. Cuando estaba así con él me costaba pensar con claridad, un millón de mariposas se apoderaba de mi estómago y me sentía bien, muy bien. Como si nada pudiera interponerse entre nosotros y nuestros sentimientos.
Después de estar bastante rato ocupada en mis labios, su boca trazó un camino de pequeños besos por mi mejilla y mandíbula para llegar a su siguiente objetivo, mi cuello. Barría mi piel con suaves besos que me estremecían. Era dulce pero intenso a la vez, una mezcla extraña, pero adictiva.
Mis manos recorrieron su espalda acariciando sus marcados músculos y se detuvieron en sus hombros, arrugando la tela de su camisa. Inconscientemente, casi por instinto, acerqué mi boca a su oreja y…
Fran: Te amo (susurré).
Dejó de besarme y me miró atónito. En ése momento me di cuenta de lo que había dicho y lo miré igual de sorprendida. Él sólo me observaba, callado, por lo que no atiné a nada más que empujarlo a un lado y salir corriendo a mi habitación. Ni siquiera volteé para ver si me seguía, cerré la puerta y mis lágrimas de deslizaron rápido por mis mejillas. Había arruinado todo.

Narra Joe:

Cuando sentí el fuerte golpe de la puerta al cerrarse supe que Fran se había ido, pero mis músculos no se movían por más que lo intentara. Estaba en shock. Tampoco podía pensar ya que mi mente estaba en blanco. Sólo escuchaba esas dos palabras una y otra vez… te amo. Me quedé quieto mirando a la nada y sin saber qué hace por varias horas. Ni siquiera me di cuenta que tenía compañía hasta que mis hermanos me zamarrearon para que despertara.
Nick: ¿Joe, estas ahí? (preguntó pasando sus manos por delante de mis ojos).
Kevin: ¡Planeta Tierra llamando a Joe! Tenemos que ir a cenar.
Joe: No tengo hambre (murmuré).
Nick: ¿Hablas enserio? ¿Acaso olvidaste donde estamos? ¡Toda la comida que quepa en tu estómago y más!
Kevin: Vamos, hermano. No tenemos tiempo para bromas.
Joe: Ya lo dije, no voy comer.
Kevin: ¿Te encuentras bien? (tocó mi frente). No tienes fiebre. ¿Te duele algo?
Joe: No, yo sólo… quiero estar solo, eso es todo.
Kevin: ¿Por qué no nos dices de una vez que paso con Fran?
Era increíble la intuición que tenía mi hermano mayor. Lo sabía todo antes de que se lo dijeran.
Joe: Eh… ella dijo que… que me amaba (respondí con un poco de temor).
Nick: Oh… y… ¿qué le dijiste?
Joe: Nada.
Kevin: ¡¿Nada?!
Joe: Digo, no me dio tiempo para decirle algo, se fue enseguida. Nunca creí que lo diría tan pronto.
Nick: ¿Crees que esta arrepentida?
Joe: No… ella nunca se arrepiente de las cosas que hace. Dice que todo tiene una razón (sonreí).
Kevin: ¿Y tú? ¿Sientes lo mismo? ¿La amas?
Joe: No lo sé. Cada vez que estamos juntos todo pierde sentido y razón, lo único que me importa es ella. Cuando nos separamos, una parte de mi se va, y vuelve cuando la veo otra vez. Sé que no es perfecta, pero la quiero como es, la adoro hasta con sus defectos. Me encanta todo de ella y podría observarla sin cansarme por días. Desde que la conocí soy más feliz y la necesito a mi lado para estar bien. Es algo que me supera, que va mas allá de todo lo imagine sentir por una persona. Yo la… la amo. Sí, la amo. ¡LA AMO! ¡ESTOY PROFUNDA Y LOCAMENTE ERAMORADO DE ELLA! Gracias, chicos. Son los mejores.
Revolví el cabello de cada uno y salí de la habitación lleno de energía. Ahora todo estaba claro, ya no tenía miedo. Fran debía saber que la amaba, que nos amábamos.

Narra Fran:

Estuve en mi cuarto llorando toda la noche. No le abrí la puerta ni a los insistentes golpes de mis amigas ni a los de mi madre y no salí a cenar. Quería estar sola y sacar toda la tristeza que tenía en mi interior. Quizás más de alguno lo hubiera creído masoquista, pero tenía tanta necesidad de llorar que para hacerlo más efectivo vi en la televisión la película “The Notebook”, la historia de amor más tormentosa de todos los tiempos, la única que me hacia llorar como si el dolor fuera más físico que emocional y secaba completamente mis lagrimales. Después de estar horas sufriendo por lo que había provocado mi estúpida bocota y mi impulsividad, intente relajarme y despejar mi mente con un baño caliente. Cuando ya estaba un poco más calmada me acosté e intente dormir, pero unos extraños ruidos en el balcón captaron mi atención.
Fran: ¿Hay alguien ahí?
Traté de no sonar asustada, pero estoy segura de que haya dado resultado. Caminé sigilosamente hacia la ventana armándome de coraje y dispuesta a enfrentarme a cualquier cosa, pero antes de que pudiera salir de mi habitación una sombra entró en ella.
Fran: ¡¿QUIÉN ERES Y QUÉ QUIERES?! (pregunté tomando un jarrón con la intención de golpear al visitante).
Joe: Tranquila, soy yo.
Fran: ¿Joe? (verifiqué que era él gracias al reflejo de la luna). ¿Qué hacías en mi balcón?
Joe: Yo… tenía que hablar contigo con urgencia. Toqué la puerta un millón de veces y no abriste así que salté del balcón de la habitación del lado para verte.
Fran: ¡¿Estás loco?! ¡Son más de dos metros! Podrías haberte caído y no quiero ni imaginar lo que te hubiera pasado.
Joe: Cálmate. Estoy vivo, no me paso nada.
Fran: ¡Pero de todos modos! ¿En qué estabas pensando?
Joe: En que tenemos que hablar por lo que paso esta tarde.
Fran: Ah… eso… ¿sabes? No estoy de ánimo para hablar de eso.
Caminé rápidamente hasta mi cama y me tapé con las mantas hasta la cabeza.
Joe: Vamos, no seas infantil…
Fran: Ya te dije que no voy a hablar de eso (dije desde mi “guarida”).
Joe: Entonces me vas a escuchar a mi (se sentó a mi lado). No voy a negar que tu declaración me tomo por sorpresa, completamente. Nunca imaginé que llegaríamos a este punto, no porque no te quiera, sino porque nunca nadie me lo había dicho. El amor es un sentimiento muy fuerte, donde aceptas a la persona tal como es y te entregas completamente sin esperar nada a cambio. Estas dispuesto de dejar todo sólo por verla un par de minutos y se proyectan juntos. Superan los problemas juntos y van creciendo, complementándose. Todo eso y más es lo que siento por ti. Te amo, preciosa.
No podía creer lo que me estaba diciendo. Era tan romántico… como un cuento de hadas. Nuestro cuento de hadas. Pero a pesar de eso, aún no estaba segura de si lo decía de verdad.
Fran: Estas mintiendo. Sólo lo dices para que no me sienta mal por lo que te dije.
Joe: ¡Ey! ¿Realmente crees que jugaría con algo así? (levantó el acolchado para poder mirarme a los ojos son seriedad).
Fran: No, pero me cuesta creer todo lo que dijiste. Suena como si estuviera soñando (admití con los ojos llenos de lágrimas).
Joe: Cariño, es la realidad. Te amo (lo dijo de manera tan dulce que no pude evitar comenzar a llorar). ¿Por qué lloras? (preguntó desconcertado).
Fran: No lo sé… es que estoy muy emocionada. Lo siento, soy una tonta.
Joe: No, no lo eres. Eres la persona más adorable que he conocido y que voy a conocer en toda mi vida (dijo mientras secaba mis lágrimas).
Fran: Yo… yo también te amo, bebé.
Me acerqué para besarlo, aunque fue un poco raro por la humedad y el sabor salado de mis labios debido a las lágrimas. Fue beso lento y dulce, muy dulce. En él, nos declarábamos amor y prometíamos estar juntos por siempre. Pero lamentablemente no sabíamos las vueltas que daría la vida, ni a donde nos llevaría.

Capítulo 22 (Segunda Temporada)

domingo, 3 de mayo de 2009
Narras Tú:

Salí del cuarto de Nick y caminé por los pasillos hasta llegar a la planta principal del hotel. Abrí una puerta que daba al jardín y me senté al borde de una pileta que salpicaba un poco de agua. Necesitaba pensar muchas cosas y pensé que el aire fresco y estar lejos de todos me ayudaría.
Sabía que quería a Nick, de eso estaba completamente segura. Y también él me quería, no dudaba de ello. Pero… ¿acaso el cariño era suficiente? Estaba segura que había oído a más de una persona decir que no. Y yo era feliz con Nick, pero no me sentía completa. Faltaba confianza, por sobre todo. No sabia porque, pero estaba muy insegura de nuestra relación. Tendíamos a ser muy celosos, y siempre peleábamos por cosas sin sentido. Quizás era porque no somos lo suficientemente maduros para enfrentar una relación, con todo lo que implica. Pero tampoco sabía si estaba tan confundida como para terminar lo que teníamos. Llevábamos un poco más de tres meses juntos y habíamos pasado por muchas cosas lindas. Y es mi primer novio. Tal vez debería ponerle muy poco más de empeño, luchar por lo nuestro. Averiguar si de verdad merece la pena.
Deje de pensar en eso. Quería relajarme y pasar un momento tranquila. Volví a mi habitación porque estaba haciendo frío y busqué bajo la almohada el cuaderno que había escondido de Nicholas. Tome un lápiz, la goma de borrar, saqué la foto de mi novio y seguí con mi trabajo. Esperaba mostrárselo sólo cuando estuviera completamente terminado.

Narra Kevin:

Vi a ______ salir de la habitación de mi hermano, pero ella ni siquiera se dio cuenta de mi presencia. Entre y encontré a Nick tumbado en la cama y mirando al techo mientras jugaba con una pequeña pelota.
Kevin: ¿Se puede?
Nick: Sí, pasa (se sentó en la cama).
Kevin: ¿Paso algo? Ya sabes, ______ y tú. La vi salir hace un rato.
Nick: No estoy muy seguro de que paso… a veces es mejor dejarla sola, para que piense. Aunque no entienda muy bien porque (dijo pasando la mano por su cabeza).
Kevin: ¿Nunca escuchaste a papá decir que a las mujeres no hay que entenderlas, hay que quererlas? (sonreí).
Nick: Pues la verdad es que no (me imitó). Pero tiene mucha razón.
Kevin: ¿Quieres hablar sobre esto? A pesar de que no estés muy seguro que fue lo que paso.
Nick: Yo… ella desconfía de mí. Cree que la voy a engañar, que no la quiero, que me gusta Cata (suspiró).
Kevin: ¿Cata? ¿Catalina? ¿La hija de Brad? (pregunté sorprendido). Creo que ______ no la conoce.
Nick: ¡Eso es lo que yo le digo! Cata es muy cariñosa y ______ no puede entender eso. Es como… enfermizamente celosa.
Kevin: ¿Pero lo es que todas o especialmente con ella?
Nick: En general con todas, pero especialmente con ella.
Kevin: Debe ser porque desde un principio no se llevaron bien. Pero ahora se arreglaron las cosas entre ellas, ¿verdad?
Nick: Eso creo, pero… estoy tan confundido. No se que es lo que tengo que hacer. Y tampoco se si lo hago bien.
Kevin: En las relaciones tienes que arriesgarte. No existe un manual, lamentablemente, que nos diga como hacer que un noviazgo funcione. Sólo tienes que intentarlo.
Nick: Pero para ustedes parece tan fácil. Tú nunca peleas con Andre y Joe cada vez que se enoja con Fran, lo arregla enseguida y es como si nada hubiera pasado.
Kevin: Eso es lo que tú crees, lo que se ve desde afuera. Y bueno, por suerte en mi relación ambos cedemos bastante, pero también tenemos roces. No todo es color de rosa, Nick. Quizás lo vez todo mal porque no eres lo suficientemente maduro para enfrentar una relación. Recién tienes 16 años hermano, anda con calma.
Nick: ¡Pero si Andre también tiene 16!
Kevin: Pero ella es mucho más madura que tú (dije como si fuera lo más obvio del mundo). Además, los hombres son dos años más inmaduros emocionalmente, o sea, que las mujeres están con hombres como mínimo dos años mayores. Creo que esa es una de las razones porque lo de ustedes no funciona.
Nick: Gracias, eres un gran hermano (dijo irónico).
Kevin: Lo siento, creo que pensé en voz alta. Como sea, piensa un poco en eso. ¡Y madura enano! (desordené su cabello).
Nick: ¡Por suerte tú eres el mayor y más maduro!

Dejé a mi hermano menor a solas para que pudiera pensar en lo que le acababa de decir. Sabía lo que era que una relación amorosa estuviera en “crisis”, y lo mejor era pensar muy bien las cosas para después no equivocarse.
En la sala estaban Frankie, Joe, Nacho, Andre, Fran y Big Rob jugando Monopoly. Me acerqué y uní al juego.
Joe: ¿Estabas con Nick? (preguntó).
Kevin: Sí, no se siente muy bien.
Nacho: Es por ______, ¿verdad?
Fran: Ya lo creo. Y todo por esa tonta de Catalina.
Frankie: A mi me cae bien… me gusta su perrita. Aunque a veces me aprieta las mejillas.
Andre: ¡¿La perrita?!
Kevin: No pequeña, Cata.
Andre: Ah… (suspiró aliviada). Yo no opino de ella, no la conozco. Pero de todos modos, ______ no es de las que se pone celosa por cualquier cosa. Tiene que haber una razón de fondo.
Nacho: Tal vez ella no quiere tanto a Nick como cree…
Fran: ¡Nacho! No digas esas cosas. Ella lo quiere, sólo que no sabe como demostrarlo y se confunde con todo esto. Aunque si yo fuera ella ya le habría sacado los ojos por mirar a mí novio y le hubiera arrancado su cabeza de muñeca (dijo mientras retorcía algo imaginario con sus manos).
Big Rob: Eh… me llevo a Frankie. Es muy pequeño para ideas tan maquiavélicas.
Andre: ¡Francisca! ¿Cómo se te ocurre decir eso? Me das miedo.
Fran: Lo siento, pero es verdad. Y es tan mala hermana con Joaquín. No se como la soporta.
Nacho: Será porque es su hermano. La sangre es más fuerte que cualquier cosa. Y si me preguntan a mí, creo que ella es muy agradable y ______ esta ocultando algo. No es normal que se comporte así. Ella sabe como es el trabajo de los chicos, lleno de fans y días completamente ocupados.
Catalina se disculpó, quedaron bien pero sus peleas con Nick siguen. No es una cosa de Cata, es algo exclusivamente de Nick y ______.
Fran: Sigo creyendo que es una víbora.
Andre: Como sea. ¿Podemos seguir con el juego? Que Nick y ______ arreglen sus problemas solos, ya están grandes. Y es muy feo de tu parte Fran que diga eso de alguien que apenas conoces.
Joe: Sí. A mi ella me cae bien. Y yo no digo nada por que tu seas amiga de Joaquín, siendo que él tampoco me agrada.
Fran: Y no tendrías por que decir algo, ya que sabes que sólo te quiero a ti, cariño. Pero bueno, sigamos con el juego antes de que nos llamen a cenar. ¡Y el que pierde le regala a los demás un chocolate!

Capítulo 21 (Segunda Temporada)

sábado, 2 de mayo de 2009
Caminamos hasta la heladería pero un poco antes de llegar vimos a Nick y a ______, acompañados por Cata y Joaquín, los hijos de Brad. Cuando nos encontramos con ellos Fran abrazo muy afectuosa a Joaquín, y Joe puso una cara no muy amable, pero no dijo nada. Los demás nos saludamos normalmente, pero pasó algo muy extraño. Nacho quedo mirando con cara rara a Cata, como embobado. Y ella no se comporto de manera muy distinta. Lo trato como si se conocieran de toda la vida. Estuvimos conversando un rato hasta que Denise llamo por teléfono diciendo que era tarde y teníamos que volver.
Nacho: Entonces supongo que… ¿nos veremos otro día?
Cata: ¡Sí! (entusiasmada). Digo… vamos a estar unos días en Nueva York. ¿Ustedes?
Nacho: ¡Igual! Podríamos quedar… todos, algún día, para que salgamos.
Cata: Sí, es una buena idea. Te doy mi número de teléfono.
Intercambiaron números y nos fuimos por caminos opuestos. Nacho caminaba con las manos en os bolsillos, callado. Caminé más lento para ir con él y que pudiéramos hablar más tranquilos.
Andre: ¿Qué te pasa?
Nacho: ¿A mí?
Andre: No, a ése hombre que esta a tu lado y que conozco desde hace tanto tiempo (dije irónica).
Nacho: Jajaja. Nada, ¿por qué?
Andre: No lo se… es sólo que desde hace unos minutos estas como… en otro mundo.
Nacho: Es tu imaginación. Estoy igual que siempre. Incluso podría decir que mejor…
Andre: ¿Y que estés tan bien tiene que ver con Cata?
Nacho: Eh… yo… (se sonrojó).
Andre: ¡IGNACIO! ¡TE GUSTA CATALANA! (grité sorprendida, aunque nadie nos puso atención).
Nacho: ¿No lo quieres publicar en Internet también? Baja la voz. Y no me gusta…
Andre: ¡Te encanta! (interrumpí).
Nacho: ¡NO! Sólo creo que es linda, inteligente y simpática.
Andre: Mmm… siempre creí que te gustaban las chicas aburridas.
Nacho: ¿Crees que tú eres aburrida? (se refería porque yo le había gustado hace tiempo).
Andre: No, pero ya sabes. Como ahora trabajas, eres abogado y todo eso. No te puedo imaginar de novio con alguien tan hueca y tonta como Cata, en el buen sentido de la palabra.
Nacho: Gracias, eres una gran amiga (comentó sarcástico). Mira, hace mucho tiempo que no estoy con alguien, y que me atrae una chica. Y… no estoy diciendo que quiero ser su novio, sólo quiero salir con ella y no se… ver si puede pasar algo. No es tan terrible, ¿o si? Digo, ¿crees que le caí bien?
Andre: ¿La verdad? Aunque sigo insistiendo que no es tu tipo, creo que también le gustaste.
Nacho: ¡Pero si no me gusta!
Andre: Sí, claro, como tu digas.

Narra Nick:

Volvimos al hotel. En todo el camino ______ no dijo ni una palabra, solo respondía con frases sencillas y no me dirigía la mirada. Sabía que estaba enojada, pero no tenía claro el por qué. Esperé hasta que todos fueran a sus habitaciones y me dirigí a la de ______. Toque la puerta.
Tú: ¡Esta abierto! (grito desde el otro lado)
Nick: Hola
Tú: hola..
Estaba concentrada en un cuaderno, pero cuando me vio lo dejo de lado y se concentro en una revista que tenía a su lado.
Nick: ¿Qué haces? (me senté en la cama)
Tú: Leo una revista...
Nick: ¿Y ese cuaderno?
Tú: Solo estaba... escribiendo los resultados de un test (dijo mientras lo escondía tras su espalda)
Nick: Déjame verlo...
Tú: No.
Nick: ¿Por qué no?
Tú: ¡Porque no quiero!
Intenté quitárselo, como un juego, pero ella me empujó, fue muy brusca y me molestó.
Nick: ¡¿Qué te pasa?!
Tú: ¡Nada, solo quiero estar sola ¿Si?!
Nick: ¡No, no te voy a dejar sola hasta que me digas que es lo que te pasa!
Ella rodó los ojos, respiro profundo y siguió “leyendo” su revista, ignorándome.
Nick: ¡_____! (grité levantándome de la cama, ella se sorprendió) ¿Por qué no me dices? ¿Por qué estas enojada? ¿Hice algo que te molestara? ¡Dime, maldición!
Tú: no estoy enojada, solo quiero estar sola.
Nick: ¿es por lo de Catalina?
_______ bajo la mirada, volví a sentarme frente a ella y le levante la cara con delicadeza, buscando su mirada.
Nick: ¿Es por eso? ______, ella solo es mi amiga, yo te quiero a ti.
Tú: ¿Por qué? ¿Por qué me quieres a mi? (preguntó con los ojos húmedos)
No sé que me sorprendió mas, si su pregunta o el hecho que sus ojos se entristecieran tanto de un momento para otro.
Nick: Ven... (le tomé la mano)
Tú: No, Nick, no quiero...
Nick: No te estoy preguntando, ven, te quiero mostrar algo.
Sin dejar que dijera algo, nos dirigimos a mi habitación. Al llegar encendí el equipo de música bajo la mirada extrañada de ______ y pude un CD (http://www.youtube.com/watch?v=qoBPkDhitgI).
Nick: Sé que no es la letra mas tierna del mundo (dije cuando termino la melodía), pero la escribimos juntos...
Tú: ¡Suena genial!
Nick: (sonreí) Sabia que te iba a alegrar...
Tú: Gracias... (me abrazó)
Nick: ¿Sabes por qué te quiero? (acaricie su cabello, pude sentir como ella movía la cabeza en signo de negación) porque eres tú. No finges ser algo que no eres. Eres natural y muy tierna...
Tú: soy una bruta, ¿viste como te empujé?
Nick: a veces no controlas bien tu rabia, pero sigues siendo tierna. Tienes buenos sentimientos, y además eres hermosa...
Tú: eso no es cierto..
Nick: (la tomé por los hombros para verla a la cara) ¡Por favor, es cosa de que te mires al espejo y veas lo linda que eres!
Tú: ¿Aunque no me maquille ni me preocupe mucho de eso?
Nick: Aunque estuvieras toda despeinada y… no, tienes que bañarte todos los días (me dije pensando que la querría aunque oliera mal). Pero de todas maneras, te quiero por lo que eres. Con tus virtudes y defectos (acaricié su mejilla y me acerqué para besarla).
Tú: No (corrió la cara). Digo… yo también te quiero mucho y soy realmente feliz contigo, pero… necesito pensarlo ¿si? Son muchas cosas las que están pasando. Tengo que procesarlo.
Nick: Esta bien, te daré tu espacio. Voy a estar aquí si es que me necesitas.
Tú: OK.