Capítulo 50 (Segunda Temporada)

lunes, 29 de noviembre de 2010
Chicas :D ¿cómo están? espero que muy bien :) yo lo pase excelente en mi viaje :D muchas gracias por entenderme, de verdad, son las mejores! acá va una primera y pequeña parte de la reconciliación :) la segunda y más grande viene en el siguiente cap, que no se cuando lo vaya a poder subir, pq tengo mucho que estudiar esta semana :/ cualquier cosa les aviso! las adoro :D

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Narras Tú:

Era la primera navidad en que no estaba tan emocionada por la fecha. Para mí era normal entusiasmarme con las festividades, en especial esta. Amaba el aire navideño que se respiraba en cada lugar, las luces en las calles y los millones de adornos que decoraban la casa, pero este año era la excepción. Por más que intenté sacarme de la cabeza el episodio que tuve con Nick en el restaurante y sólo pensar en pasar una bella navidad con la familia Jonas, se me hizo imposible. Sin embargo, no quería arruinarle el panorama a Andre o a alguno de los chicos, por lo que puse mi mejor sonrisa y acepté lo inevitable.
Sólo faltaba un día para Nochebuena y todavía aún no había comprado todos los regalos. Me desperté temprano para ir con Andre al puerto a dejar a sus papás al crucero y aprovechamos de pasar por el centro comercial para hacer las últimas compras. El regalo más difícil, obviamente, fue el de Nicholas. No sabía si seguir mi corazón y comprarle algo quizás más personal o pensar más racionalmente y regalarle algo no muy significativo. Finalmente me decidí por la primera opción.
Ése día nos íbamos a la casa en la playa de los Jonas, por lo que hablaría con Nick, lo enfrentaría por lo que había pasado en el restaurante y le pediría una razonable explicación. No sabía lo que pretendía, y tampoco quería imaginarlo porque obviamente mis sentimientos jugarían en contra, por lo que pretendía esperar a que me dijera todo lo que quería escuchar y después tomar las decisiones correspondientes, si es que era necesario.
Terminé de guardar mis cosas en la maleta y miré mi reloj de pulsera. Eran las 5 de la tarde. Ya estábamos en la hora para irnos a la casa de los Jonas y desde allí dirigirnos todos a la casa en la playa. Andre tocó la bocina desde su auto, por lo que me apuré en bajar las escaleras y salir de la casa. Durante el camino nos dedicamos a escuchar música y cantar algunas de las canciones que tocaban en la radio. No le había contado a Andre lo que había ocurrido en el restaurante con Nick, y aunque ella insistía en que algo me pasaba, yo lo había negado, sin intención de hablar del tema. Quería solucionar las cosas con Nick antes de decirle a cualquier persona, incluidas mis amigas, lo que estaba pasando.
Al llegar a la casa de los Jonas, estaban Joe, Kevin y Nick afuera esperándonos. Saludé a los dos primeros efusivamente, y a Nick con menos cariño.

Tú: ¿Están todos listos para irnos?
Joe: Sí, pero tenemos que decirles algo antes…
Andre se ubicó al lado de su novio y ambos miraron a Joe con sonrisas cómplices.
Andre: Nosotros tenemos un par de cosas que hacer en Los Ángeles aún. Brad me avisó hoy que tengo una entrevista mañana.
Kevin: Y nosotros tenemos… un compromiso, así que se van a tener que ir ustedes solos a la casa en la playa hoy.
Eso no podía ser verdad. Intenté poner mi mejor cara ante la noticia, pero pude sentir como se deformaba en una mueca mientras pasaba mi mirada de Nick a sus hermanos y mi amiga.
Nick: ¿Qué?
Joe: Fue una cosa de último minuto, lo lamentamos (dijo sin un mínimo rastro de sentirlo en su voz).
Kevin: Y nosotros vamos a llegar mañana cerca del mediodía.
Andre: Ya tienen sus cosas listas… ¿para qué esperar? (sonrió).
Los iba a matar, sinceramente los iba a matar. Estaba dispuesta a hablar con Nick, aclarar las cosas, pero eso era muy distinto a viajar tres horas a solas con él y además pasar la noche sólo con él en la casa. Iba a ser demasiado incómodo; sin embargo, no quería que los chicos se enteraran que algo había pasado con Nick, por lo que tuve que aceptar.
Obviamente Nick no sabía nada sobre el cambio de planes, porque estaba tan sorprendido como yo. No obstante, no se negó y partimos rumbo a la casa en la playa en su Mustang negro.


Llevábamos más de dos horas de viaje en completo silencio. Desde que me subí al auto Nick no me dirigió la palabra, y como yo esperaba que él comenzara la conversación, lo imité.
El cielo se nubló y a los pocos minutos pequeñas gotas de lluvia estaban golpeando la ventana. Frustrada por no poder seguir viendo el paisaje, cosa que había estado haciendo desde que salimos de Los Ángeles, prendí la radio del auto, pero Nick enseguida la apagó.

Tú: ¿Qué diablos…? (pregunté mirándolo con el ceño fruncido).
Nick: Me molesta la música (respondió sin despegar la vista de la carretera).
Tú: Genial, entonces hablemos (dije irritada).
Nick: No quiero hablar.
Tú: ¿Y qué quieres hacer? ¿Encerrarme en un armario, besarme y después irte sin decirme nada? Porque eso me parece perfecto (era increíble la facilidad con la que las actitudes de Nick me hacían enojar).
Nick: No entiendes, ______...
Tú: ¡Por supuesto que no entiendo, Nick! (lo interrumpí). ¿Quién en su sano juicio encontraría lógico lo que hiciste? No tienes ningún derecho para jugar con mis sentimientos. Tú sabes perfectamente lo que siento por ti, y yo sé que no quieres nada conmigo. Te he pedido disculpas mil veces, pero al parecer quieres vengarte o algo por el estilo. Sólo te voy a decir una cosa, Nicholas Jerry Jonas. Conmigo no se juega, ¿entendiste?
Nick: ¿De qué estás hablando? (preguntó entre extrañado y enojado, mirándome a los ojos). Nunca se me pasó por la cabeza jugar contigo, ______. No soy de esos.
Tú: ¿Entonces por qué diablos me besaste?
Nick: Porque te quiero. Porque durante todo este tiempo he intentando sacarte de mi cabeza y de mi corazón, pero no puedo. Ya no soporto más, es una tortura tenerte a mi lado cada día y no poder acariciarte, no poder decirte lo bella que te ves o tomar tu mano. Te extraño, ______, y te necesito.
Quedé helada con todo lo que me dijo. Simplemente no lo podía creer, pero ahí estaba él, mirándome con los ojos llenos de lágrimas, expectante a lo que yo le fuera a responder. Era demasiado bueno para ser real, no podía creerlo. Quité mi vista de sus ojos para mirar hacia el frente, y así poder pensar con claridad, pero un ciervo se cruzó en la carretera. Lo único que atiné a hacer fue tomar el volante, ya que estábamos a punto de chocar contra el animal.
Tú: ¡Cuidado!
Grité al tiempo que movía el manubrio hacía la izquierda y cerraba los ojos. Lo último que escuché fueron los frenos del auto chirriar y a Nick maldecir. Después de eso, todo se me hizo negro.

Capítulo 49 (Segunda Temporada)

sábado, 13 de noviembre de 2010
CHICAS :D ¿cómo están? yo muy bien :) ayer subí rápido y no pude poner ningún comentario, así que lo hago ahora xD primero, muchas gracias por todos los comentarios, no saben lo feliz que me hacen sus bellas palabras :D me halaga que crean que soy una buena escritora, aunque sé que aún me falta mucho para llegar a ser como algunas, escribo con mucho cariño y por ustedes. No soy nada comparada con otras, pero hago mi mayor esfuerzo :)
Para las que quieran saber como me fue en el concierto, aquí está mi experiencia http://tl.gd/6s29qm :B Juli, no puedo creer que Joe te tocó la mano! :OOO a mi Papa Jonas me saludó jajajajaja xD bueno chicas, lo otro que quería decirles es que si quieren me dan sus twitter (las que tengan) para ponerlas en una lista y así avisarles directamente cuando haya subido nove :) las adoro chicas :D COMENTEEEENNNN!

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Narras Tú:

Diciembre estaba terminando y ni siquiera me había dado cuenta lo rápido que pasaban los días. Después de la fiesta de Andre nuestros días se basaban en entrevistas, sesiones de fotos, ensayos y promociones para el disco. Tanto mi disco debut como el de Andre y Fran ya habían salido a la venta y éstas habían sido muy buenas. Estaba muy agradecida y feliz, ya que era otro de mis sueños que se estaba cumpliendo.
Todavía me costaba creerlo. Era enorme el cariño que recibía de la gente o las largas filas de fans que esperaban horas para que les diera una firma. Sentía que todo lo que me daban no se los podía recompensar nunca, por eso daba mi mayor esfuerzo para hacer bien mi trabajo y así de alguna manera agradecerles.
Ése día no tenía nada que hacer, por lo que aproveché de dormir un poco más para recuperar horas de sueño. Después de ducharme y desayunar me decidí por ordenar mi habitación. Andre había salido porque tenía una entrevista en televisión y no tenía ganas de salir sola, por lo que iba a esperar a que llegara para que fuéramos al cine o algo por el estilo.
Comencé acomodando las cosas que estaban en mi escritorio, que estaba repleto de cuadernos y papeles varios. Aunque ya habíamos lanzado nuestros discos, y después de una larga conversación con el papá de Andre, decidimos que seguiríamos yendo al colegio. Eso nos hacía poner más los pies en la tierra, y sólo nos quedaba un semestre para terminar el colegio, por lo que no había razón para comenzar a esta altura con profesores particulares. Sabíamos que nos iba a costar mucho más equilibrar el trabajo con la educación, pero lograríamos hacer que funcionara. Estábamos al día con la materia y en el colegio nos daban bastantes facilidades, por lo que no había problema.
Brad, como siempre, había pensado en nuestro bien y programó la salida al mercado de nuestros discos para la época de navidad, mientras estuviéramos de vacaciones por esas festividades. Serían sólo un par de semanas, sin embargo, nos servirían demasiado para hacer todo lo que implica la promoción del disco.
Después de poner todos los libros y cuadernos en su lugar, encontré casi al fondo del inmenso desorden el borrador de ‘Before The Storm’, la canción que escribí con Nick hacía un tiempo, cuando nuestra relación comenzaba a ser civilizada después de haber roto con él. Me sabía de memoria la canción, pero al leerla sentí algo extraño.
Estaba tan arrepentida por todo el daño que le había hecho. Fue cruel, egoísta y mentirosa. Dudaba que alguna vez Nick fuera a perdonarme. Quizás podríamos tener una relación profesional y ser educados, mas pensaba que nunca podríamos volver a estar juntos, y eso me dolía. Yo todavía lo quería, demasiado para mi pesar, y saber que por mi culpa y estupidez no podría ser correspondida era como un cuchillo directo en el corazón.
Estaba tan centrada en mis pensamientos que me sobresalté cuando sonó mi celular. Una foto de Andre decoró la pantalla y sonreí.

Tú: ¿Cómo te fue en la entrevista? (pregunté con entusiasmo).
Andre: Bien, creo (respondió desde el otro lado de la línea). De a poco se va mi pánico a las cámaras (rió). ¿Estás sola en la casa?
Tú: Sí, y no hay nada para comer, así que pensaba invitarte a almorzar.
Andre: Genial. Ya había quedado en juntarme con Kev, pero podemos comer los tres, ¿verdad? (dudó).
Tú: Claro, mientras lo que ustedes coman sea comida y no el uno al otro, no tengo problema (carcajeé).
Andre: Muy graciosa (dijo con voz seria). Te recojo en 20 minutos.
Tú: Nos vemos.
Durante el camino hacia el restaurante Andre me contó sobre su mañana, la cual había sido muchas veces más entretenida que la mía. Llegamos al destino y al entrar al local identificamos enseguida a Kevin… acompañado de Nick. La sangre se me heló por un segundo, pero guarde las apariencias y mientras caminábamos a la mesa me acerqué más a Andre.
Tú: ¿Sabías que venía Nick? (susurré).
Andre: No tenía idea, lo prometo.
Saludé a ambos con una gran sonrisa en la cara e hice como si nada me pasara. Había decidido no luchar por Nick, pero eso no quería decir que no fuéramos a ser amigos, o por lo menos educados. Estuvimos conversando de cosas sin mucha importancia hasta que llegó la comida. Después de eso los que más hablaron fueron Kevin y Andre.
Como estaba sentada frente a Nick, podía sentir constantemente su mirada fija en mi, pero cada vez que levantaba la cabeza el tenía la suya con la vista fija en el plato, lo que me hacía pensar que estaba delirando.

Tú: Tengo que ir al baño. Con permiso.
Sin esperar respuesta alguna, me paré y caminé por el pasillo hasta ver la puerta con la imagen de una mujer en ella para entrar. Apoyé mis manos en el lavabo y me miré al espejo. “No podía ser tan malo, no podía ser tan malo”, repetía en mi mente. Tenía que hacerme cargo de mis hechos. Si yo me había alejado de Nick, no tenía ningún derecho de quererlo de vuelta.
Para despejarme un poco cerré los ojos y mojé mi cara con agua. Cuando ya estuve un poco más calmada salí del baño y mientras caminaba por el pasillo una mano apresó mi muñeca y me tiró hacia un pequeño armario. Después de que cerraran la puerta y prendieran la luz me di cuenta que era Nick el que me había empujado.

Tú: ¿Nick? ¿Qué estás haciendo? (pregunté con el ceño fruncido).
Nick: Yo… tengo que… esto.
Tomó mi cara entre sus manos y me besó. Al principio no reaccioné, no podía saber si era verdad o estaba soñando, pero cuando bajó una de sus manos hacia mi espalda y me acarició como siempre hacía cuando nos besábamos, supe que era verdad. Correspondí su tierno beso con ganas. Las mariposas que hace mucho tiempo no sentía se hicieron presentes, haciendo el momento más mágico.
En ése momento sólo éramos él y yo. En ése pequeño armario no cabía Nate, los engaños, las peleas, nada más que el cariño que nos transmitíamos con ese beso. Sus dulces labios sobre los míos, sus manos en acariciando mi cadera y las mías entretenidas en sus rulos, todo era perfecto… hasta que Nick se separó de golpe con un suerte suspiró y salió corriendo del armario.
Me costó un par de minutos calmarme y asimilar todo lo que había sucedido hace sólo un momento. Mil emociones e imágenes estaban presentes. Cuando ya me sentí lista, me dirigí nuevamente a la mesa, pero no vi a Nick en ninguna parte.

Tú: ¿Dónde está Nick? (pregunté extrañada).
Kevin: Se acaba de ir. Dijo que tenía que hacer algo. Ni siquiera terminó de comer.
Tú: Ah… (fue lo único que pude decir).
¿Se fue? Eso no podía ser verdad. ¿Qué diablos pasaba con Nick? Me encerraba en un armario, me besada y luego se iba como si nada hubiera pasado. Genial, una cosa más que hiciera de mi cabeza un completo desastre.
Andre: ¿Estás bien, ______? Te ves un poco pálida.
Tú: Sí, estoy bien (sonreí).
Andre: Bueno, si tu lo dices… tengo una noticia que darte (dijo emocionada). ¿Te acuerdas de ése crucero al que querían ir mis padres? (asentí). Bueno, decidieron tomarlo para la fecha de Navidad, y para que no estemos solas esa noche, porque mis hermanos no van a estar, la vamos a pasar con los Jonas.
Kevin: Sí. La verdad es que la idea se me había ocurrido antes, pero no estaba seguro si iban a poder. Genial, ¿no? (tomó la mano de su novia).
Andre: Ah, y nos vamos a la playa. ¿Recuerdas al lugar donde fuimos con ellos en verano? Bueno, en esa casa pasaremos la Navidad.
Tú: Genial (dije con sonrisa forzada).
La vida se confabulaba en mi contra, de eso estaba segura. ¿Navidad con los Jonas después de lo que había pasado con Nick? Debía ser una broma. No podía tener tan mala suerte. Pero claro, la tenía.