Capítulo 43 (Primera Temporada)

sábado, 18 de abril de 2009
Me fui directo a la cocina en busca de Clara. Tal vez ella sabía algo que me podría ayudar a saber que era lo que estaba pasando…

Clara: Mi niña, ¿cómo le fue con el joven Ignacio?
Tú: Bien, gracias. Clarita (dije cerrando la puerta), necesito hablar contigo de algo muy importante.
Clara: Claro, ¿qué pasa?
Tú: Pero primero promete que no le vas a decir a nadie.
Clara: Por supuesto, pero dímelo ya, que me pones nerviosa.
Tú: Lo siento… tú, mientras yo no estuve, ¿viste algo sospechoso en Rose?
Clara: ¿Algo como qué? (preguntó un poco confundida).
Tú: No lo sé… ¿alguna vez viste a un hombre extraño, robusto y de voz ronca rondando la casa, o hablando con ella?
Clara: Mmm… (intentando recordar). La verdad es que un día vino un hombre con esas características. Dijo que quería hablar con tu tía porque estaban haciendo unos negocios, pero no parecía una persona de negocios, no estaba vestido formal ni nada. Le dije que la señora no estaba pero que dejara un mensaje o un teléfono y se fue sin responderme.
Tú: Y cuando le contaste a Rose, ¿cómo reaccionó?
Clara: Se puso un poco nerviosa, pero tú sabes que lo oculta muy bien. Y desde ese día nunca más apareció ese hombre.
Tú: Muchas gracias Clarita (le dí un beso en la mejilla). Voy a estar en mi cuarto, por cualquier cosa.
Clara: Pero mi niña, ¿no va a cenar?
Tú: No tengo hambre… (respondí mientras me dirigía a la puerta).
Clara: ¿Y no me va a contar qué es lo que pasa?
Tú: Todavía no puedo, pero te prometo que cuando esté segura de todo te lo cuento. Adiós (me fui).

Subí corriendo a mi habitación y me encerré en ella. Aún no podía dar por hecho nada, pero la verdad es que no me sorprendería mucho que Rose hubiera hecho algo así, no podía esperar nada bueno de ella. Quería despejarme un poco de este nuevo problema y decidí llamar a los chicos, para saber como iba todo con lo del concierto.

Tú: ¡Andre! ¿Cómo están?
Andre: ¡______! Estamos muy bien ¿y tú? ¿Cómo te fue con Nacho, ya estas en tu casa?
Tú: Sí, sí, ya estoy en mi casa y recuperando mi memoria de a poco.
Andre: ¡Qué bien!
Tú: ¿Y cómo esta todo por allá? ¿Cómo esta Fran y los Jonas?
Andre: Estamos todo súper, ya estamos con Fran en mi casa, los chicos están bien y el ensayo estuvo genial.
Tú: Que bien… las extraño mucho.
Andre: Nosotras también, no sabes lo que nos hubiera gustado que estuvieras con nosotras en el show.
Tú: Lo lamento, a mí también me hubiera gustado, pero no se puedo.
Andre: Bueno, así es la vida, te paso con Fran que no me deja hablar tranquila. Te quiero mucho.
Tú: Yo también te quiero mucho. Adiós.
Fran: ¿Aló, ______? ¿Cómo estas?
Tú: Muy bien, ¿y tú?
Fran: Muy cansada, no sabes lo agotador que fue el ensayo… empezamos con los ensayos de baile y las canciones… nunca pensé que sería tanto, ¡pero me encanta! ¿Y cómo esta todo por allá? ¿Ya le dijiste a Rose las palabrotas que se merece?
Tú: ¡No! ¿Cómo se te ocurre? Sólo le dije que se preparara porque pronto se irá de mi casa.
Fran: ¡Ja! Muy bien… ¿y qué tienes planeado hacer?
Tú: Aún no lo sé, pero creo que va a ser más fácil de lo que planeaba.
Fran: ¡Qué bien! Ya quiero que vuelvas.
Tú: Yo también, los extraño mucho.
Fran: Te paso con Andre otra vez, nos vemos.
Tú: Adiós.
Andre: ¿Cómo esta Nacho?
Tú: Bien, ocupado con su trabajo, pero se ve muy bien.
Andre: Eh… ¿y ya tiene novia?
Tú: No, por el trabajo casi no tiene tiempo para salir.
Andre: ¿De verdad? (dijo en tono alegre). O sea… que pena por él, debe estar realmente muy ocupado.
Tú: Bueno, sí. En fin, saluden a los chicos por mí, díganles que los quiero mucho y que pronto nos veremos.
Andre: OK, cuídate mucho y cualquier cosa llámanos. Mándale saludos a Nacho. Muchos besos y abrazos. Chao.
Tú: Chao (corté).

Me sentí muy bien hablando con ellas, de verdad que eran unas grandes amigas… estuve un rato explorando mi cuarto y encontré a mi muñeca favorita, un diario de vida y otras cosas. Comencé a recordar un poco más y me empezó a doler la cabeza como de costumbre, por lo que me puse mi pijama y me acosté a dormir, para que se me pasara.


Me desperté al día siguiente, con una sonrisa en la cara. Extrañaba mucho mi cama… recordé que cuando era pequeña y en la noche tenía miedo mi mamá se acostaba conmigo, y me cantaba para hacerme dormir. Me dio un poco de tristeza, así que alejé los pensamientos tristes de mi cabeza, ese día necesitaba pensar sólo en ese misterioso hombre y su relación con Rose. Bajé a desayunar y me encontré con Clara… conversamos mientras yo comía. Le pregunté dónde estaba mi tía y me dijo que había salido muy temprano. Subí a ducharme, me vestí y quede así: http://media.photobucket.com/image/ashley%20tisdale/oBViouSLy_iNDia/HoLLyWooD/Fe/AshleyTisdale/Ashley14.jpg?o=352. Aún era temprano y supuse que Nacho no me llamaría hasta un par de horas más tarde, por lo que decidí ir al jardín y aprovechar el soleado día.
La parte que más me gustaba de toda la casa era el patio trasero. En él había un árbol muy grande, donde colgaba un columpio de madera. Cuando era pequeña siempre iba allá, mi papá me balanceaba y luego jugaba conmigo en la casita del árbol. Se senté en el columpio, cerré los ojos y disfruté del sol.

Estuve por un rato así, hasta que sentí que ya no estaba sola y abrí los ojos…

Tú: ¿Hace cuánto estas acá? (le pregunté a Nacho).
Nacho: No hace mucho…
Tú: ¿Y por qué no me dijiste que habías llegado?
Nacho: Porque te veías muy tranquila así, y necesitas momentos de paz.
Tú: Gracias. ¿Cómo te fue en la reunión?
Nacho: Bien, pero no te daré detalles porque son muy aburridos.
Tú: Que bien, porque tengo algo muy urgente que contarte (lo tomé de la mano y lo llevé a un banco para que nos sentáramos).
Nacho: Soy todo oídos.
Tú: Ayer, cuándo estaba llegando a mi casa, vi a Rose y a un extraño hombre conversando. Y estoy casi segura que ése hombre fue el que le dio a Andrés el “té” para que me quedara dormida y perdiera la memoria.
Nacho: (un poco sorprendido) ¿Estas segura? No quiero dudar de ti, pero lo que dices da a entender que ella esta relacionada con el hecho de que hayas desaparecido.
Tú: Si sé, y esa es una acusación muy grave. Por eso necesito tu ayuda.
Nacho: ¿Qué quieres que haga?
Tú: Que investigues a ése hombre, para saber que relación tiene con Rose. Y si es lo que pensamos, me podré deshacer de ella y seré libre (dije con una sonrisa en la boca).
Nacho: Te ayudaré en lo que pueda, pero no cantes victoria antes de que sepamos qué es lo que esta pasando.

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