Nacho: No se lo dije porque… porque creía que era algo sin sentido. Pensaba que era sólo un impulso y que se me pasaría. Tampoco quería hacerla sufrir dándole ilusiones, pero pasó el tiempo y seguía pensando constantemente en ella. Entonces tuve miedo de que si es que pasaba algo, nuestra amistad terminara. Además no tendría mucho tiempo para estar con ella, por la Universidad. Todo siguió como si nada hubiera pasado, y unos meses después se fue a Los Ángeles. Recién ahí me di cuenta que ya había perdido mi oportunidad, que la perdí por ser un cobarde y no responder a mis sentimientos. Duele mucho ______, y no quiero que te pase lo mismo (dijo apenado).
Tú: Nacho (lo abracé). Lo siento mucho… descuida, no me pasará eso.
Nacho: ¿A dónde quieres ir?
Tú: A esa plaza donde nuestros padres nos llevaban a jugar cuando éramos pequeños, ¿te acuerdas?
Nacho: Sí, hace años que no voy para allá…
Tú: Yo también, vamos =)
Llegamos a la plaza y enseguida fui a los juegos que había en ella. Habían columpios, un tobogán y muchos otros juegos infantiles. Me paré frente a un columpio y le grité a Nacho que me miraba desde lejos…
Tú: ¡Ven a jugar conmigo!
Nacho: (acercándose). Creo que estoy ya estoy grande para jugar a estas cosas.
Tú: Por favor (haciendo pucheritos).
Nacho: Mmm… esta bien.
Se sentó en el columpio del lado y comenzamos a balancearnos. Estuvimos toda la tarde ahí sentados... me contaba cosas sobre mi vida, ayudándome a recordar. Poco a poco las iba recordando, lo que me hacia sentir muy bien. Por un momento nos quedábamos en silencio, disfrutando solamente de nuestra presencia. Lo extrañaba mucho, estar con él me daba seguridad…
Tú: ¿Sabes algo? (dije rompiendo el silencio). Te quiero mucho…
Nacho: Yo también, no sabes cuanto…
Y nos quedamos en silencio otra vez, hundidos en nuestros pensamientos…
Nacho: Esta haciendo un poco de frío, creo que ya es hora de que nos vayamos.
Tú: Esta bien…
Caminamos de vuelta a mi casa tranquilamente. Faltaban unas 6 cuadras para llegar cuando el celular de Nacho sonó…
Nacho: Espera un momento, es mi papá (dijo). ¿Si?... bueno… sí, sí… OK, voy para allá (colgó).
Tú: ¿Paso algo malo?
Nacho: No, lo que pasa es que adelantaron una reunión, para mañana. Lo siento pero me tengo que ir, aún no termino de prepararla.
Tú: No te preocupes, llámame mañana cuando salgas de la reunión.
Nacho: Bueno, nos vemos (me dio un abrazo).
Tú: Adiós.
Seguí mi camino, pensando en lo que me dijo Nacho… no quería perder a Nick, pero todavía no estaba segura de que tan fuerte era este sentimiento. Estaba a sólo un par de metros de la casa cuando dos sombras que estaban en la esquina me detuvieron…
*****: Te dije que no vinieras a la casa… la niña te puede ver (dijo una mujer susurrando).
*****: No me importa señora, esto es urgente. Necesito mi dinero (dijo un hombre de voz grave).
Me resultaban conocidas esas voces, en especial la de la mujer… me acerqué un poco y me escondí detrás de un arbusto, para que no me encontraran…
*****: Aún no te la puedo entregar, necesito un par de días más.
*****: Ya he esperado suficiente. Si no me paga ahora, no le daré lo que me encargó.
¡Esa mujer era Rose! ¿Qué estaba pasando? ¿Por qué estaba con ese extraño hombre? Estaba segura que a él lo conocía de algún lugar, pero no lograba recordar de donde…
Rose: Baja la voz… por favor, sólo necesito tres días. Ahora que volvió ______, mi plan se arruinó.
*****: No me importa, yo cumplí mi parte del plan.
Rose: Pero no la cumpliste como debió ser, porque recuerda que ______ se escapó, tu “té” no funciono.
¿”Té”? ¡Él era el hombre que estaba conversando con Andrés cuando me escapé!…
Flashback
*****: ¿Y como te resulto el plan esta vez?
Andrés: Excelente, se lo creyó todo. ¡Ese té que me diste esta genial! ¡Debes darme más de eso!
*****: Jajaja ¿ves? ¡Te lo dije! Pero esta ves te costará un poco más... lo primero era de muestra, pero ahora que ya sabes como funciona...
Andrés: ¡Arg! Sí sí, esta bien. Te pago lo que quieras, ¡sólo dame más de eso! No me gustaría que despertara recordando que no tuvo un accidente y que fui yo quien le pegó en la cabeza.
Fin Flashback
¿Acaso Rose había hecho que Andrés me raptara? No lo podía creer… pero aún no quería creer nada, tenía que averiguar que era lo que estaba pasando. Dí un respingo cuando vi al hombre acercarse al lugar donde yo estaba. Al parecer habían terminado de discutir, ya que Rose no estaba. Me quedé lo más quieta posible y cuando ya lo perdí de vista entré a mi casa.
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