Narras Tú:
Después del “accidente” con Nick, todo volvió a ser como era antes de que “hablara” con él. No volví a saber de él, y en este momento tampoco me interesaba mucho ya que en casa de Andre no estaban las cosas muy bien, Fran estaba muy extraña. No sabia lo que le pasaba a mi amiga, estaba tan mal que no quería ver a nadie, solo estaba encerrada en su pieza. Con Andre no sabíamos que hacer para ayudarla. Después de que Fran hubiera pasado todo el día encerrada en su habitación nos llamó Joe, diciendo que estaba preocupado por ella porque no contestaba sus llamadas. Ahí nosotras le dijimos lo que pasaba y antes de decir la última palabra él nos dijo rápidamente “voy para allá” y cortó. Cuando llegó nosotras subimos a intentar lograr que Fran saliera de su habitación.
Narra Fran:
Recibí una llamada de mis padres hace unos días. Me dijeron que me extrañaban mucho y que había llegado una carta con informaciones sobre el nuevo año escolar, lo que me recordó que no vivía en Los Ángeles y que tendría que volver pronto a mi casa en San Francisco. No es que no extrañara a mi familia, pero la sola idea de separarme de mis amigas y de Joe me hacia sentir un dolor inmenso en el pecho. Ya nada seria lo mismo en San Francisco.
No quería salir de mi habitación, no quería ver a mis amigas y menos a Joe… no lo quería perder. Toda la fantasía que he estado viviendo se acabaría, desaparecería. No estaba segura si Joe y yo estábamos preparados para una relación a distancia, pero no quería que todo se acabara por esto, yo lo quería mucho. No respondía sus llamadas porque tampoco sabia como decirle lo que estaba pasando, no quería que terminara conmigo y me destrozara el corazón. Estaba muy confundida, y los insistentes golpes en la puerta no ayudaban a concentrarme…
Andre: ¡Fran! ¡Abre la puerta!
Tú: ¡Por favor, queremos saber que te pasa!
Mis amigas estaban en el pasillo esperando una respuesta, preocupadas de mi repentino cambio de ánimo. No las quería ver, prefería quedarme con el recuerdo de los buenos momentos juntas y no imaginarme un pronto adiós.
Andre: ¡Si no nos abres, derribaré la puerta!
Fran: ¡Estoy bien, no se preocupen!
Tú: ¡¿Cómo quieres que no nos preocupemos si no sales de ahí desde ayer?!
Fran: ¡De verdad que no me pasa nada, déjenme en paz!
Andre: ¡No seas ridícula, si no te pasara nada no hubieras estado llorando toda la noche!
¡Diablos! No sabia que hacer. Por un lado quería estar sola, no tenia ganas hablar con ellas ahora, pero por el otro ellas eran mis amigas y tenia que confiar en ellas…
Fran: Esta bien, pasen… (dije abriendo la puerta).
Tú: ¡Fran! (me abrazó). ¿Qué pasa?
Fran: Nada, de verdad que estoy bien. ¿Vamos a desayunar?
Andre: Fran, son las 3 de la tarde… ¿estas segura que estas bien? (me tocó la frente).
Fran: Sí, sólo tengo hambre. Vamos…
Tú: ¡No! Primero nos vas a decir que te pasa.
Fran: Les digo que nada, y si no quieren acompañarme a comer voy sola.
Bajé las escaleras después de intentar bajarle el perfil a la situación, lo que no dio nada de resultado en mis amigas. Cuando caminaba por el living en dirección a la cocina una silueta muy conocida hizo que me detuviera y palideciera completamente…
Joe: Hola linda… ¿qué pasa? ¿Por qué no contestabas mis llamadas?
Mi novio estaba parado con un ramo de girasoles en una mano y una caja de bombones en la otra. No respondí a su pregunta, por que lo volvió a hablar…
Joe: Mira, te traje tus flores favoritas y unos chocolates. Sé que cuando estas triste te gusta comer cosas dulces y bueno… ¿cómo estas?
Me tomó de las manos y me miro dulcemente. Sentí como mis ojos se aguaban y se formaba un nudo en mi garganta… ¿por qué hacia las cosas más difíciles? Siendo así de tierno me costaría más separarme de él…
Fran: ¿P-por qué haces esto? (las lágrimas comenzaron a caer).
Joe: ¿Qué cosa? ¿Qué hice? Por favor no llores (secó con sus manos mis mejillas).
Fran: N-no… no puedo (subí las escaleras corriendo y nuevamente me encerré en mi cuarto).
Narra Joe:
No entendía que era lo que le pasaba. ¿Por qué estaba así? Cuando subí las escaleras corrí detrás de ella, pero no alcance a impedir que cerrara la puerta de su habitación. Golpee con fuerza la puerta…
Joe: ¡Abre por favor! ¡Bebé, no me hagas esto!
Fran: ¡Ándate! ¡Quiero estar sola!
Joe: ¡No! ¡Dime qué es lo que te pasa!
No recibí respuesta… seguí tocando pero ella no decía nada. Estuve un buen rato intentado que abriera pero no hizo caso. Cansado me senté en el suelo y apoyé mi espalda en la puerta.
Joe: Linda, por favor… te necesito…
Sentí como el pomo de la puerta comenzaba a moverse y me pare rápidamente antes de que se abriera la puerta…
Fran: ¡¿Qué es lo que quieres?! ¡¿Acaso no entiendes que quiero estar sola?! (dijo con voz ronca y los ojos rojos después de tanto llorar).
Joe: Fran, ¿qué pasa? ¿Por qué no me cuentas qué es lo que esta pasando?
Fran: ¡No! ¡Sólo quiero estar sola!
Joe: ¡Pues no te dejaré sola nunca! (la empuje suavemente para que entráramos a la habitación).
Fran: Por favor… no me hagas esto…
Joe: ¿Qué es lo que estoy haciendo? (la abracé con fuerza y sentí como sus lágrimas comenzaban a mojar mi camisa). Cuéntame qué es lo que esta pasando…
Fran: E-es q-que…
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