Capítulo 98 (Segunda Temporada)

jueves, 10 de enero de 2013

¡Chicas! No saben lo terrible que es tener claro en tu mente cómo quieras que sea un capítulo y no poder escribirlo :{/
Gracias por su paciencia y sus hermosos comentarios, de verdad que es por ustedes que hago esto ♥ ustedes me motivan a seguir escribiendo.
Que tengan un lindo fin de semana :{D

Fran.~

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Narras Tú:

El sol brillaba con fuerza sobre el cielo, provocando que las calles de Nueva York se llenaran de personas dispuestas a disfrutar de aquel maravilloso día, sin tomar en cuenta el sofocante calor que hacía.
Era nuestro segundo día en la Gran Manzana después de haber pasado unas espectaculares semanas de gira por Europa, durante las cuales también aprovechamos de vacacionar un poco. Como Fran tenía que arreglar su nuevo departamento en Nueva York, nos había invitado a Andre y a mí a quedarnos con ella y Joe por unos días. Ese había sido el plan hasta que el mismo día que volvíamos a Estados Unidos, Kevin llegó con un enorme ramo de rosas a nuestro hotel en París para hacerle una visita sorpresa a su prometida. Ambos se quedarían unos días más en la ciudad de las luces para luego embarcarse en un crucero por el Mediterráneo.
Fran no quería que volviera sola a casa y yo tampoco quería están sin compañía y tan cerca de Nick, por lo que acepté la invitación sin dudarlo. Además, amaba Nueva York. La ciudad era dueña de un espíritu que simplemente me robaba el corazón.
Tú: Tienes mucha suerte al poder vivir aquí (le comenté a mi amiga mientras comprábamos algunos muebles para el departamento).
Fran: Lo sé (sonrió), es una ciudad hermosa. Y sabes que prácticamente  la habitación de invitados tiene tu nombre, así que nos puedes visitar cuando quieras.
Tú: No me gusta interrumpir tu privacidad con Joe (hice una mueca).
Fran: Tú nunca interrumpes (me tomó del brazo para guiarme por la enorme tienda), no seas boba.
Después de mucho conversarlo y darle vueltas al asunto, Fran decidió vivir junto a Joe. Era algo que él siempre quiso y todos sabíamos que pasaría tarde o temprano. Además, era ridículo que vivieran en departamentos distintos siendo que pasarían la mayor parte del tiempo juntos.
Lo que la convenció del todo fue el fin de semana que pasaron en San Diego antes de que nosotras nos fuéramos de gira a Europa y los Jonas a Sudamérica, pues dieron un paso más en su relación e hicieron lo que cualquier pareja joven y enamorada haría, consumaron su amor.
Me encantaba ver a mis amigos tan felices, pero no podía evitar sentir un poco de celos. Mis mejores amigas estaban con los chicos de sus sueños mientras que yo me lamentaba internamente. Lo único que deseaba era sentir nuevamente la dicha de ser querida, de estar junto a alguien que me quisiera, y ese alguien tenía nombre y apellido.
Había pensado mucho en mi situación con Nick. Todavía me dolía su engaño, pero no había dejado de amarlo ni siquiera un día. Y lo necesitaba tanto que llegaba a lastimar. Necesitaba sentirlo cerca, disfrutar de su tacto, de su aroma, abrazarlo, besarlo, perderme en sus brazos y saber que todo estaría bien. Pero eso no pasaría. Todavía había algo que me retenía y no sabía qué.
Fran: Estás muy despistada últimamente (me miró preocupada). ¿Te sientes bien?
Tú: Sí (mentí. No quería seguir preocupando a mis amigas con mis tontos problemas). Todavía siento el jet lag, eso es todo. ¿Qué más falta comprar? (pregunté mientras salíamos de la tienda).
Fran: Mmm… faltan las mesitas de noche del cuarto de invitados, las alfombras, algunas cosas para los baños y la cocina (enumeraba mientras tachaba de su libreta lo que ya tenía). Joe dijo que se encargaría de ir a buscar los cuadros que encargamos y sus instrumentos musicales los llevarían al departamento, así que creo que eso es todo (levantó la mirada).
Tú: Todavía es temprano (miré mi reloj). ¿Qué tal si nos tomamos un helado camino a la próxima tienda? (propuse).
Fran: Me encantó tu idea (sonrió).
Estaba realmente cansada cuando llegamos al departamento después de un intenso día de compras. Si pensaba que comprar ropa y accesorios era complicado, decidirse entre cientos de distintas alfombras, cubiertos, vajilla, muebles, entre otros, era una tortura. Sin embargo disfrutaba pasar tiempo con mi amiga y presenciar lo feliz que la hacía ver cómo su hogar tomaba forma.
Decidí tomar un baño de burbujas para relajarme un poco y despejar mi mente. Tal como lo hacía cuando era niña, me quedé en la bañera hasta que mis manos y pies se arrugaron como si fuera una anciana. Me vestí con ropa cómoda y estaba por secar mi cabello cuando tocaron la puerta de la habitación. Me sorprendí al ver a Fran vestida con una falda plisada color blanco, blusa amarilla y chaqueta negra.
Tú: ¿Planes para esta noche? (curioseé al verla tan arreglada).
Fran: La verdad es que sí. Un amigo de Joe abre hoy su restaurante y después de cenar ahí iremos a celebrar a un club. ¿Quieres ir con nosotros? (preguntó animada).
Tú: La verdad es que estoy cansada, y no quiero entrometerme en su cita (torcí el gesto).
Fran: ______, te lo he dicho mil veces, ¡tú nunca sobras!
Tú: Pero hace semanas que no pasas tiempo a solas con tu novio (contraargumenté).
Fran: Amiga, no te quiero dejar sola (se acercó hasta sentarse a mi lado en la cama).
Tú: No te preocupes (sonreí sincera), voy a estar perfectamente bien. Pediré comida tailandesa, veré una película y tú tendrás una perfecta velada con Joe.
Fran: ¿Estás segura? (al parecer no estaba muy convencida).
Tú: Segurísima (la tomé de las manos y la arrastré afuera de mi habitación). Diviértete, ¿sí?
Realmente no tenía ganas de salir, por lo que una noche en casa era todo lo que podía pedir. Y se podía ver por la cara de Joe que quería estar a solas con Fran, aunque ninguno de los dos lo reconociera para no herir mis sentimientos.
Cuando la pareja se fue pedí la cena y me acomodé en el sillón de la sala de estar para buscar alguna película en la televisión. No mucho después el timbre sonó, lo que me pareció extraño. No habían pasado ni diez minutos desde que había hecho mi pedido y habían dicho que tardarían treinta.
Al abrir la puerta me impresioné tanto que se me olvidó dónde estaba, quién era o cómo respirar. Las lágrimas enseguida se apoderaron de mis ojos y mi corazón comenzó a latir tan fuerte que pensé se me saldría por el pecho en cualquier comento. No sabía si era un sueño o una pesadilla. Nick estaba al frente mío, mirándome tan profundamente que mis rodillas flaquearon.
Nick: Tenemos que hablar.

8 comentarios:

Anónimo dijo...

Que emocion! Al fin se van a arreglar las cosas von Nick!😍 Me encantó el capitulo!
-Fabiana

Anónimo dijo...

Amé el capituloo!
Por fin Nick se dió cuenta de que tenia que tomar cartas en el asunto.

Anónimo dijo...

me encantooooo el cap y el final fue lo mejor !!!! trata de subir un poco mas rapido ya que me quede con muchas ganas de saber que pasara.

-Nicole

Anónimo dijo...

hsfsdjfklfgljfdkjllk oh my fucking goddddddddddd, jdflksjflkj increible!!!!!!!!!!! nick aparecio, me mueroooooooooooooooo

Anónimo dijo...

ya era horaa!! Siguelaa.. Quiero q acabe con algo emocionante :)


mali

Anónimo dijo...

Tienen que hablar o.O

Anónimo dijo...

NIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIICK <3

Anónimo dijo...

Porfavor siguela pronto y que las cosas con Nick se arreglen, porfiiiiiss :)

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