¡Chicas! Lo siento por estar atrasada en subir (como siempre). Hay sido unas semanas locas y llenas de muchas cosas que muero por contarles, pero todavía no puedo. Son sobre mi vida personal en todo caso jajaja no sé si les interesará, pero espero pronto poder hacerlas parte de estas muy buenas noticias.
Mañana en la mañana me voy de viaje y no quería dejarlas sin nove, así que ahora que son casi las 2 de la mañana les subo.
Muchísimas gracias por ser tan fieles conmigo y la novela y por sus bellos comentarios ♥ de verdad que no sé qué he hecho para merecerlas ♥♥ las adoro.
Fran.~
http://twitter.com/#!/fraani_/
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Narra Fran:
Contadas veces me había sentido tan nerviosa por ir a Los Ángeles. Generalmente la ansiedad se apoderaba de mí por el hecho de que vería a mi novio y amigos después de un tiempo separados, pero esa vez una mezcla de sentimientos se juntaba en mi pecho dificultando mi respiración y provocando un nudo en mi estómago.
Había recibido mi carta de aceptación en Juilliard y después de tener un tiempo a solas para pensarlo decidí que era una oportunidad que no podía rechazar, por lo que estudiaría actuación en Nueva York en otoño. Pero por más que estuviera en las nubes por el resultado, lo que venía a continuación hacía que mi alegría se desvaneciera con rapidez y me llenara de dudas: tenía que darle la noticia a Joe.
No tenía ni una sola pista de cuál podría ser su reacción, por lo que tenía que ponerme en ambos escenarios. Terminar definitivamente mi relación con él no era algo que estaba dispuesta a aceptar, sin embargo, no podía obligarnos a vivir en la ilusión de que nuestro noviazgo seguiría maravillosamente si cada uno vivía en un extremo y otro del país. Tampoco sabía bien cómo decírselo, razón por la cual luego de noches interminables de insomnio pude componer la canción perfecta para expresar mis sentimientos.
El avión aterrizó y suspiré aliviada porque ya no me sentía mareada. Las chicas me esperaban en el estacionamiento del aeropuerto para llevarme rápidamente al estudio donde se hacía el show de Jimmy Kimmel en Hollywood. En cuanto Brad supo que iría a la ciudad durante el receso de primavera me agendó un par apariciones para aprovechar mi estadía. Con las chicas estábamos planeando una gira de verano por el país y Europa para promocionar nuestra música, por lo que teníamos que hacerle promoción.
Fran: Las extrañé mucho (abracé a mis amigas antes de subirnos al auto). No saben la falta que me han hecho estas últimas semanas.
Tú: La verdad es que si lo sabemos (se dio vuelta en su asiento de copiloto para poder mirarme). Nacho nos llamó el otro día para contarnos la noticia. ¡Felicidades!
Andre: Siempre supimos que ibas a quedar (me sonrió por el espejo retrovisor).
Fran: Gracias, pero yo quería darles la noticia (intenté sonar molesta sin mucho éxito. Había bombardeado a Nacho con todos mis problemas y el pobre en su desesperación había tenido que acudir a las chicas, lo que me causó gracia). En fin, supongo que ya las informaron de todo (suspiré).
Andre: ¿Tomaste tu decisión?
Fran: Iré a Juilliard (dije sin mucho entusiasmo). No es que la idea me desagrade (aclaré, aunque sabía que mis amigas entendían la razón de fondo), es sólo que va a ser muy difícil.
Tú: Pero van a saber sobrellevarlo. Tú y Joe se aman y estoy segura que eso será suficiente (me animó).
El atardecer en la ciudad de los sueños era maravilloso, por lo que lo observé en silencio hasta que llegamos al estudio. Allí me esperaban un estilista y una maquilladora para ayudar a prepararme. Normalmente no estaba inquieta antes de salir al aire en un programa, pero esta vez era distinto. Tenía una pequeña sorpresa preparada para Joe, que sabía llegaría en cualquier momento para apoyarme.
Cuando ya estuve lista me puse el vestido que había llevado especialmente para la ocasión y le pedí a mi banda que nos reuniéramos en el camarín que me habían asignado unos minutos antes de que saliera al aire. Ellos iban a ser parte importante en mi plan.
Al entrar al set de estudio todo el público que estaba presente me saludó con fervientes aplausos. Jimmy Kimmel se paró de su escritorio y me abrazó afectuosamente para después invitarme a sentarme.
Jimmy: Es un placer tenerte esta noche, Fran.
Fran: Muchísimas gracias por invitarme, me encanta estar aquí.
Jimmy: Y puedo ver que a la gente le encanta que estés aquí. Un aplauso más fuerte para esta maravillosa cantante (la gente obedeció con ganas). La última vez que estuviste aquí recién estabas entrando en la industria. Ahora ya tienes tu propio disco, estás promocionando tu segundo single, escuché que te vas de gira este verano. ¿Qué nos puedes contar sobre eso?
Los siguientes 10 minutos estuvimos hablando de mi carrera profesional, todos los proyectos que tenía relacionados a la música y varias otras cosas. Siempre me había caracterizado por ser reservada en cuanto a mi vida personal. Aunque ya todos sabían que era la novia de Joe, yo no iba de programa en programa hablando de ello. Era una forma de cuidarme y cuidar la relación.
Jimmy: ¿Qué tal si ahora nos deleitas con su preciosa voz y escuchamos tu nuevo single?
Fran: Sería genial, pero me gustaría cantar otra canción si es que me lo permiten (pedí).
Jimmy: Si el público no se niega…
Los aplausos inundaron el set de estudio en respuesta. Rápidamente me ubiqué a un lado del escenario donde estaban los chicos de mi banda esperando y pude ver a Joe tras bambalinas, intrigado.
Me senté en una silla alta que habían puesto en medio del escenario. La batería comenzó a sonar y unos segundos después se unió el teclado en la melodía. Cerré los ojos y me concentré.
Fran: The space in between us
Starts to feel like the world's apart
Like I'm going crazy
And you say it's raining in your heart
You're telling me nobody's there
To try and fly
Oh but that's just crazy
'Cause baby I told ya I'm here for good
Por primera vez en todo ese tiempo abrí los ojos y lo primero que vi fue la intensa mirada de Joe sobre mí. Sonreí intentando hacerle entender lo que creí ya comprendía, que la canción era para él.
My love's like a star, yeah
You can't always see me
But you know that I'm always there
When you see one shining
Take it as mine
And remember I'm always near
If you see a comet
Baby I'm on it
Making my way back home
Just follow the glow yeah
It won't be long
Just know that you're not alone
Aunque sólo había ensayado la canción con la banda antes de salir al aire en el programa, todo estaba saliendo muy bien. Le había pedido como súper favor a los chicos que presentáramos esta canción en vez del último single. Lo único que temía era emocionarme demasiado por el sentido que tenía esta canción y desafinar debido a eso.
I tried to build the walls
To keep you safe when I'm not around
But as soon as I'm away from you
You say they come tumbling down
But it's not about the time
That we don't get to spend together
It's about how strong our love is
When I'm gone and it feels like forever
You say that time away makes your heart grow out
But I can stay just to prove you wrong
Oh look at how far we've come
Don't you know
Don't know that you're the one
https://www.youtube.com/watch?v=-lclbVo743o
Terminé de cantar con un nudo en la garganta. Después de despedirme de Jimmy y del público busqué a Joe con la mirada pero no lo encontré. Fui hasta mi camarín para recoger mis cosas y ahí estaba mi novio con un hermoso ramo de flores.
Joe: Estuviste genial (sonrió cuando entré a la habitación).
Sin poder aguantarlo más corrí hasta sus brazos y me acurruqué en su pecho mientras dejaba que mis emociones fluyeran hasta convertirse en lágrimas. Joe acarició mi espalda en silencio hasta que me calmé.
Fran: Quedé en Juilliard (sollocé contra su camiseta).
Joe: Lo sé, amor, lo sé (susurró).
Fran: ¿Nacho te dijo? (si lo había hecho realmente me enfadaría).
Joe: No (rió). Era algo que ya daba por sentado. Sólo quería que te dieran la noticia lo más tarde posible para que no tuviéramos que enfrentarnos a la realidad (podía ver tristeza en sus ojos por más que sonriera). Felicidades, lo lograste.
Fran: No (negué con fuerza). No quiero alejarme de ti.
Por más que hacía una hora estaba más que segura que me iría a Nueva York, estar con Joe hacía que todas mis convicciones flaquearan.
Joe: Fran, mírame (me tomó de la barbilla y alcé la mirada). No voy a entrometerme entre tú y tu sueño. No podría vivir con esa responsabilidad (declaró).
Fran: Pero (dudé)…
Joe: No. Vas a estudiar en Nueva York en otoño y no hay nada que podamos hacer al respecto. Sin embargo no puedo estar tan lejos de ti por tanto tiempo. No lo soportaría.
Fran: ¿Qué? (me separé de él esperando lo peor).
Joe: Estuve pensándolo mucho y llegué a la conclusión que por más que nos amemos va a ser extremadamente difícil para nosotros que esto resulte (con cada palaba que decía mi corazón se rompía en pequeños pedazos). No podemos vivir en cada extremo del país.
Fran: ¿Acaso no escuchaste la canción? (pregunté dolida). Te amo más que a nadie y no me voy a dar por vencida. No puedo creer que tú (hipé)… ¿estás terminando conmigo?
En un acto involuntario me senté en el suelo a llorar desconsoladamente. No me cabía en la cabeza que después de tanto tiempo y tantas cosas por las que habíamos pasado Joe decidiera tomar el camino más fácil y romper conmigo. Sentí un vacío enorme en el pecho.
Joe: No llores (intenté zafarme de su abrazo pero no pude). Yo nunca dije que quería terminar contigo, tontita (secó las lágrimas de mi rostro y sonrió). No puedo ni quiero seguir viviendo en una ciudad distinta a la tuya. Necesito poder verte y besarte cuando quiera, a la hora que quiera (poco a poco las lágrimas dejaron de brotar). Me iré contigo a Nueva York en otoño, si es lo que tú quieres.
Fran: ¡Por supuesto que quiero! (me abalancé sobre el riendo, pero en seguida me separé). ¡No puedo creer que me hayas hecho pensar que querías terminar conmigo! (lo acusé). Eres lo peor, Joseph Adam Jonas.
Joe: Tú como siempre te adelantaste y sacaste las conclusiones erradas. Sería un tonto si quisiera terminar contigo.
Acarició mis mejillas y después me besó. Ese beso lo estaba ansiando desde hacía semanas y en él pude saborear seguridad, compromiso, amor. En un par de minutos había pasado del llanto de pena al de una inmensa alegría que hacía sentir mi corazón completamente hinchado.
Me iría a Nueva York a estudiar la carrera de mis sueños en una prestigiosa academia y mi novio estaría a mi lado durante todo el proceso. No había nada más que podía pedir.
Hace casi tres semanas que no subo y de verdad que me quiero morir porque pensé que estos pocos capítulos que quedan los iba a poder subir más seguido, pero he estado muy muy ocupada. Lo siento chicas, de verdad. Me queda un poco más de un mes de clases, estoy teniendo pruebas todas las semanas, estoy entrenando handball y con mis otras actividades casi no me queda tiempo para escribir :{( el próximo fin de semana voy a tratar de subirles otra vez, o la última semana del mes. Lo siento chicas, de verdad, no merezco que sean tan fieles y comprensivas conmigo.
Este capítulo es un pequeño puente... voy a dejar por uno o dos capítulos más en stand by todo lo que es Andrés y Cata, porque quiero que la novela dure hasta el capítulo 100 y todavía quedan unas cositas que finiquitar con Fran y Joe y Andre y Kevin. Espero que no se molesten y que les guste lo que les escribí con mucho mucho cariño. Un beso enorme :{*
Fran.~
http://twitter.com/#!/fraani_/
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Narra Fran:
La campanilla que estaba sobre la puerta de la cafetería sonó cuando la abrí, anunciando mi llegada. El delicioso aroma a café recién hecho me inundó por completo, obligándome a detenerme unos segundos para disfrutarlo. Al ver a mí querido amigo Nacho esperándome en la mesa que siempre ocupábamos, sonreí y me dirigí a su encuentro.
Nacho: La puntualidad es algo en lo que no creo que llegues a mejorar (se burló después de saludarme).
Fran: Cuando es necesario que llegue a la hora lo hago. Contigo no me preocupo porque sé que me esperarás. Además sólo llegué cinco minutos tarde (aclaré).
Nacho: Siete minutos (me corrigió, y yo rodé los ojos). Toma (me acercó un vaso extra gran de frappuccino a través de la mesa).
Fran: Es por esto que eres mejor amigo (le agradecí y no esperé más probar mi bebida). Te he extrañado.
Nacho: Yo también (tomó un sorbo de su café). Que papá se hubiera retirado y haya dejado el Estudio de Abogados a mi cargo ha sido mucho más complicado de lo que creí. Estoy harto de estar viajando sin parar (suspiró).
Para cualquier persona que no conociera tan bien como yo a Nacho y lo viera en ese preciso momento, no creería que era el presidente de uno de los Estudios de Abogados más grandes del país. Sin embargo, a sus cortos 24 años se había graduado anticipadamente y con honores de la Escuela de Leyes en Stanford y luego había estudiado un postgrado en Harvard, donde fue el primero de su clase.
Tenía una mirada seria, pero cuando estaba en confianza podía ser el más divertido del grupo. Era caballero, responsable, y por sobre todo muy preocupado y pendiente de sus amigos, familia y trabajo. Tenía grandes responsabilidades sobre sus hombros y sabía cómo manejarlo. Asimismo, y aunque él lo negara hasta la muerte, tenía mucho éxito con las mujeres, pero no buena suerte en el amor.
Fran: Pero ya estás en casa y no tendrás que viajar nuevamente por semanas (lo animé). Además he visto como te mira tú secretaría. Creo que a ella le encanta que tengas que viajar tan seguido con ella (dije con picardía).
Nacho: ¡Fran! ¡No digas esas cosas!
Nacho se sonrojó y yo no pude evitar reír a carcajadas. Siempre en estas situaciones se comportaba como un niño, avergonzándose.
Fran: Lo sólo dije lo que veo (levanté las manos a la defensiva), y por tu reacción podría decir que no lo pasas tan mal en tus viajes de negocios (me burlé nuevamente).
Nacho: Sarah es muy linda, pero no pasa ni pasará nada entre nosotros (aseguró, tratando se sonar serio). Ahora dejemos de hablar de mí (cortó el tema). Cuando me llamaste dijiste que tenías algo importante que decirme. ¿Qué es?
Fran: Llegaron los resultados de Juilliard (informé con voz neutra al tiempo que le entregaba un sobre amarillo que saqué de mi bolso).
Nacho: No es necesario que lea la carta (negó con la cabeza). Ya sé lo que dice (lo miré confundida. Sólo le había dicho a mis padres lo que contenía la carta). Si no hubieras quedado estarías en un estado máximo de depresión (dijo como si fuera lo más obvio del mundo).
Fran: ¡No es verdad! (protesté). Siempre tuve muy claro que podía quedar o no.
Nacho: Pero lo hiciste, quedaste en Juilliard, y eso era un hecho para todos, incluido Joe (contestó sereno).
Cuando pronunció el nombre de mi novio sentí que el estómago se me revolvía. Había recibido la carta de aceptación de Juilliard hace algunos días, y no pude estar más feliz cuando la leí. Mi sueño de estudiar actuación en una de las escuelas dramáticas más prestigiosas del país y tener al mismo tiempo la oportunidad de perfeccionarme como cantante en el establecimiento era casi todo lo que podría pedir. Sin embargo, mudarme el año lectivo entrante a Nueva York significaría estar miles de kilómetros de mis amigos, y por sobre todo, de mi novio. Con Joe las cosas estaban delicadas desde que habíamos retomado nuestra relación el día del musical, y tenía mucho miedo de qué pasaría cuando le contara la noticia. Estaba realmente aterrada por la simple posibilidad de perderlo.
Fran: Que me hayan aceptado en Juilliard no quiere decir que realmente me vaya a Nueva York (afirmé). Todavía tengo que analizar mis opciones y…
Nacho: ¿A quién intentas engañar? (preguntó. A veces me molestaba lo mucho que me conocía mi amigo). ¿A ti o a todos los demás? Porque conmigo no está funcionando.
Fran: No tienes que ser cruel (dije irritada). Es sólo que…
Nacho: Sólo que nada (me interrumpió). Fran, mírame (exigió cuando miré hacia otro lado). Estuviste meses ensayando y pusiste tu corazón y vida en ese escenario por esto (indicó el sobre que descansaba en la mesa). Ahora no es tiempo de echarse para atrás. ¿Por qué buscas excusas?
Fran: Porque tengo miedo (mi voz se quebró y las lágrimas con rapidez comenzaron a resbalar por mis mejillas). Porque nunca en mi vida me había sentido tan aterrada. Voy a estar lejos de mi familia, de ti, de las chicas, de Joe. Puede que ustedes me vayan a esperar, pero no sé si él estará dispuesto a hacerlo. Después de lo que pasó entre nosotros no quiero que se arruine nuevamente… no quiero ser yo quien nos obligue a separarnos (hipé).
Nacho: Hey (levantó mi barbilla con cuidado y secó las lágrimas que cubrían mi cara), tranquila. Fran, Joe no va a ir a ningún lado (susurró). Él sabía perfectamente que esto pasaría, y aún así te vino a buscar el día del musical. Todo este tiempo han vivido una relación a distancia, ¿qué les van a hacer unos kilómetros más? (sonrió animándome).
Fran: Nacho, la distancia entre Nueva York y Los Ángeles es ocho veces más que de San Francisco a Los Ángeles.
Nacho: Y aunque él tuviera que atravesar el océano Atlántico para visitarte, lo haría (aseguró).
Por más que las palabras de mi amigo sonaran maravillosamente, algo en mi interior no dejaba de inquietarme.
Fran: No lo sé… quizás lo mejor sea quedarme acá (había estado considerando muy seriamente esa posibilidad los últimos días)…
Nacho: Mira, yo no soy quién para decirte qué tienes que hacer, mucho menos para obligarte a que no cometas el error más grande de tu vida, pero si tienes tanta incertidumbre, habla con Joe (me aconsejó). Ahora que ya están todas las cartas sobre la mesa tienes que tomar una decisión, y por más que quieras involucrar a tu novio o a tus amigos, tú vas a ser la que va a determinarlo, nadie más.
Nacho tenía razón. Yo tenía muy claro que decidir ir a estudiar a Nueva York o no era algo que yo debía decidir, peor era mucho más fácil pensar que otro tenía esa responsabilidad para no sentirme culpable y las cosas no salían como lo esperaba.
Fran: Sí (susurré)… el problema más grande es con Joe, así que tenemos que conversarlo. La próxima semana comienza el receso de primavera, así que pasaré esas dos semanas en Los Ángeles. Tengo muchas cosas que hacer (suspiré nerviosa por lo que se me avecinaba).
Este capítulo es un pequeño puente... voy a dejar por uno o dos capítulos más en stand by todo lo que es Andrés y Cata, porque quiero que la novela dure hasta el capítulo 100 y todavía quedan unas cositas que finiquitar con Fran y Joe y Andre y Kevin. Espero que no se molesten y que les guste lo que les escribí con mucho mucho cariño. Un beso enorme :{*
Fran.~
http://twitter.com/#!/fraani_/
_________________________________________________________________________________________
Narra Fran:
La campanilla que estaba sobre la puerta de la cafetería sonó cuando la abrí, anunciando mi llegada. El delicioso aroma a café recién hecho me inundó por completo, obligándome a detenerme unos segundos para disfrutarlo. Al ver a mí querido amigo Nacho esperándome en la mesa que siempre ocupábamos, sonreí y me dirigí a su encuentro.
Nacho: La puntualidad es algo en lo que no creo que llegues a mejorar (se burló después de saludarme).
Fran: Cuando es necesario que llegue a la hora lo hago. Contigo no me preocupo porque sé que me esperarás. Además sólo llegué cinco minutos tarde (aclaré).
Nacho: Siete minutos (me corrigió, y yo rodé los ojos). Toma (me acercó un vaso extra gran de frappuccino a través de la mesa).
Fran: Es por esto que eres mejor amigo (le agradecí y no esperé más probar mi bebida). Te he extrañado.
Nacho: Yo también (tomó un sorbo de su café). Que papá se hubiera retirado y haya dejado el Estudio de Abogados a mi cargo ha sido mucho más complicado de lo que creí. Estoy harto de estar viajando sin parar (suspiró).
Para cualquier persona que no conociera tan bien como yo a Nacho y lo viera en ese preciso momento, no creería que era el presidente de uno de los Estudios de Abogados más grandes del país. Sin embargo, a sus cortos 24 años se había graduado anticipadamente y con honores de la Escuela de Leyes en Stanford y luego había estudiado un postgrado en Harvard, donde fue el primero de su clase.
Tenía una mirada seria, pero cuando estaba en confianza podía ser el más divertido del grupo. Era caballero, responsable, y por sobre todo muy preocupado y pendiente de sus amigos, familia y trabajo. Tenía grandes responsabilidades sobre sus hombros y sabía cómo manejarlo. Asimismo, y aunque él lo negara hasta la muerte, tenía mucho éxito con las mujeres, pero no buena suerte en el amor.
Fran: Pero ya estás en casa y no tendrás que viajar nuevamente por semanas (lo animé). Además he visto como te mira tú secretaría. Creo que a ella le encanta que tengas que viajar tan seguido con ella (dije con picardía).
Nacho: ¡Fran! ¡No digas esas cosas!
Nacho se sonrojó y yo no pude evitar reír a carcajadas. Siempre en estas situaciones se comportaba como un niño, avergonzándose.
Fran: Lo sólo dije lo que veo (levanté las manos a la defensiva), y por tu reacción podría decir que no lo pasas tan mal en tus viajes de negocios (me burlé nuevamente).
Nacho: Sarah es muy linda, pero no pasa ni pasará nada entre nosotros (aseguró, tratando se sonar serio). Ahora dejemos de hablar de mí (cortó el tema). Cuando me llamaste dijiste que tenías algo importante que decirme. ¿Qué es?
Fran: Llegaron los resultados de Juilliard (informé con voz neutra al tiempo que le entregaba un sobre amarillo que saqué de mi bolso).
Nacho: No es necesario que lea la carta (negó con la cabeza). Ya sé lo que dice (lo miré confundida. Sólo le había dicho a mis padres lo que contenía la carta). Si no hubieras quedado estarías en un estado máximo de depresión (dijo como si fuera lo más obvio del mundo).
Fran: ¡No es verdad! (protesté). Siempre tuve muy claro que podía quedar o no.
Nacho: Pero lo hiciste, quedaste en Juilliard, y eso era un hecho para todos, incluido Joe (contestó sereno).
Cuando pronunció el nombre de mi novio sentí que el estómago se me revolvía. Había recibido la carta de aceptación de Juilliard hace algunos días, y no pude estar más feliz cuando la leí. Mi sueño de estudiar actuación en una de las escuelas dramáticas más prestigiosas del país y tener al mismo tiempo la oportunidad de perfeccionarme como cantante en el establecimiento era casi todo lo que podría pedir. Sin embargo, mudarme el año lectivo entrante a Nueva York significaría estar miles de kilómetros de mis amigos, y por sobre todo, de mi novio. Con Joe las cosas estaban delicadas desde que habíamos retomado nuestra relación el día del musical, y tenía mucho miedo de qué pasaría cuando le contara la noticia. Estaba realmente aterrada por la simple posibilidad de perderlo.
Fran: Que me hayan aceptado en Juilliard no quiere decir que realmente me vaya a Nueva York (afirmé). Todavía tengo que analizar mis opciones y…
Nacho: ¿A quién intentas engañar? (preguntó. A veces me molestaba lo mucho que me conocía mi amigo). ¿A ti o a todos los demás? Porque conmigo no está funcionando.
Fran: No tienes que ser cruel (dije irritada). Es sólo que…
Nacho: Sólo que nada (me interrumpió). Fran, mírame (exigió cuando miré hacia otro lado). Estuviste meses ensayando y pusiste tu corazón y vida en ese escenario por esto (indicó el sobre que descansaba en la mesa). Ahora no es tiempo de echarse para atrás. ¿Por qué buscas excusas?
Fran: Porque tengo miedo (mi voz se quebró y las lágrimas con rapidez comenzaron a resbalar por mis mejillas). Porque nunca en mi vida me había sentido tan aterrada. Voy a estar lejos de mi familia, de ti, de las chicas, de Joe. Puede que ustedes me vayan a esperar, pero no sé si él estará dispuesto a hacerlo. Después de lo que pasó entre nosotros no quiero que se arruine nuevamente… no quiero ser yo quien nos obligue a separarnos (hipé).
Nacho: Hey (levantó mi barbilla con cuidado y secó las lágrimas que cubrían mi cara), tranquila. Fran, Joe no va a ir a ningún lado (susurró). Él sabía perfectamente que esto pasaría, y aún así te vino a buscar el día del musical. Todo este tiempo han vivido una relación a distancia, ¿qué les van a hacer unos kilómetros más? (sonrió animándome).
Fran: Nacho, la distancia entre Nueva York y Los Ángeles es ocho veces más que de San Francisco a Los Ángeles.
Nacho: Y aunque él tuviera que atravesar el océano Atlántico para visitarte, lo haría (aseguró).
Por más que las palabras de mi amigo sonaran maravillosamente, algo en mi interior no dejaba de inquietarme.
Fran: No lo sé… quizás lo mejor sea quedarme acá (había estado considerando muy seriamente esa posibilidad los últimos días)…
Nacho: Mira, yo no soy quién para decirte qué tienes que hacer, mucho menos para obligarte a que no cometas el error más grande de tu vida, pero si tienes tanta incertidumbre, habla con Joe (me aconsejó). Ahora que ya están todas las cartas sobre la mesa tienes que tomar una decisión, y por más que quieras involucrar a tu novio o a tus amigos, tú vas a ser la que va a determinarlo, nadie más.
Nacho tenía razón. Yo tenía muy claro que decidir ir a estudiar a Nueva York o no era algo que yo debía decidir, peor era mucho más fácil pensar que otro tenía esa responsabilidad para no sentirme culpable y las cosas no salían como lo esperaba.
Fran: Sí (susurré)… el problema más grande es con Joe, así que tenemos que conversarlo. La próxima semana comienza el receso de primavera, así que pasaré esas dos semanas en Los Ángeles. Tengo muchas cosas que hacer (suspiré nerviosa por lo que se me avecinaba).
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