¡CHICASSSSSSS! Lo siento mucho por la demora, pero he estado ocupada con la Universidad. Muchísimas gracias por todos los comentarios. Acá les traigo nuevo cap, espero que les guste porque al final pasa algo GRANDE jajaja. Ya tengo la idea para el próximo capítulo, pero el tiempo no está conmigo, así que en cuanto lo pueda escribir y dependiendo de los comentarios lo subo :) un beso a todas, las adoro!
Fran.~
http://twitter.com/fraani_/
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Narras Tú:
La semana estaba llegando a su fin, pero ni eso me relajaba. Estábamos en período de exámenes, lo que significaba que después de ir a clases teníamos que estudiar hasta que nos ardieran los ojos, sin contar que debíamos cumplir con nuestros compromisos de trabajo. Eran días locos y con poco tiempo libre, lo que también significaba que mis encuentros con Nick se reducían en una cantidad impresionante y que me disgustaba bastante. Por suerte, sólo era eso lo que me tenía de mal humor o preocupada. Cata ya casi cumplía su segunda semana en nuestro colegio y todo estaba saliendo mejor de lo que había planeado. Ella supo adaptarse perfectamente tanto dentro como fuera del establecimiento. Cada vez pasábamos más tiempo juntas, ya fuera estudiando o pasando el rato. Cata era una agradable compañía y tanto a Andre como a mí nos caía bastante bien.
Era jueves en la tarde y estaba terminando una guía de ejercicios de matemática cuando tocaron el timbre. Andre había acompañado a su mamá al supermercado y su papá estaba trabajando, por lo que estaba sola en la casa. Bajé las escaleras y abrí la puerta, no pudiendo evitar sorprenderme cuando vi a Nick al otro lado de ella.
Tú: Nick, ¿qué haces aquí? (pregunté extrañada al tiempo que le daba un pequeño beso en los labios y lo dejaba entrar). Pensé que habíamos quedado en juntarnos mañana.
Nick: Lo sé, pero no me pude aguantar las ganas verte (me abrazó por la cintura, mordiéndose el labio inferior). Te extrañé.
Tú: Yo también (sonreí acariciando su cabeza). Te cortaste el cabello (dije al no ver sus rizos tan característicos, y que por lo demás, tanto me gustaban).
Nick: Sí. Joe quería ir a la peluquería y me pidió que lo acompañara. Creí que me haría bien un cambio. Te gusta, ¿verdad? (se preocupó).
Tú: Claro que sí (reí). No voy a negar extraño tus rulos, pero el nuevo corte te hace ver más adulto, y eso me gusta (sonreí con picardía). ¿Quieres que vayamos a algún lugar? Estoy harta de estar encerrada aquí estudiando, necesito un descanso.
Nick: ¿Cuántos exámenes te quedan por rendir?
Tú: Sólo uno, la próxima semana. Es de matemática, y como eso se me hace fácil no estoy tan preocupada. Lo peor ya pasó (suspiré).
Nick: Perfecto, eso hace que no tengas motivos para rechazar mi propuesta (sonrió de medio lado).
Tú: ¿De qué estás hablando? (me intrigué).
Nick: ¿Recuerdas cuando te comenté que comenzaría a producir para otros artistas? (asentí). Bueno, tengo que ir a San Francisco por el fin de semana a unas reuniones sobre eso, y pensé que sería buena idea si me acompañaras. ¿Qué dices?
Tú: ¿¡Estás bromeando!? ¡Por supuesto que sí! (lo abracé con fuerza).
Nick: Y también aprovecharemos para pasar tiempo con Fran. He hablado últimamente con ella, y por más que suene bien por teléfono o se vea bien cuando hacemos videollamadas, sé que nos necesita.
Tú: Eres el mejor novio que alguien podría pedir, de verdad. Fran va a estar tan emocionada cuando se lo contemos.
Nick: Preferiría que fuera una sorpresa (pidió). Si es que no te molesta.
Tú: Claro que no. Este fin de semana va a ser fantástico (sonreí feliz).
El avión partió al mediodía y en un poco más de una hora ya estábamos en San Francisco. Por mucho que me gustara Los Ángeles, San Francisco era mi ciudad. Había nacido y vivido casi toda mi vida ahí, por lo que siempre era un agrado volver.
Según lo que habíamos averiguado, el ensayo de la obra musical en la que se definiría si Fran entraba a Juilliard estaba a punto de terminar, por lo que después de dejar las maletas en el hotel nos fuimos al teatro. La obra iba a ser presentada en uno de los escenarios más importantes de la ciudad, y era un gran evento, así que no me extrañé al ver la enorme producción. Escenografía, luces, vestuario, maquillaje, todo era asombroso. Uno de los chicos que también estaba postulando nos dijo que nuestra amiga estaba en el camarín de mujeres, y después de recibir las indicaciones correspondientes, nos dirigimos al lugar.
Tú: Toc, toc, ¿se puede? (abrí la puerta y le sonreí a Fran a través del espejo, ya que nos estaba dando la espalda).
Fran: ¡______! (se paró de un salto y corrió a abrazarme). ¡¿Qué estás haciendo aquí?! ¡Y Nick, con un nuevo corte de cabello! (gritó cuando vio a mi novio y lo saludó igual que a mí). A todo esto, te ves muy guapo.
Nick: ¡Sorpresa! (exclamó).
Fran: N-no entiendo. ¿Por qué están acá? (preguntó confundida). ¿Está todo bien en Los Ángeles? (se asustó).
Tú: Sí, no te preocupes. Todos están perfectamente (la tranquilicé).
Nick: Yo tenía que venir por trabajo y creí que sería una buena idea que ______ me acompañara.
Fran: ¡Qué bueno que están aquí! (nos abrazó otra vez). No saben lo que los he extrañado, a todos. Me hacen mucha falta. Mi vida es un caos ahora, no sé en qué pensaba cuando decidí entrar a Juilliard.
Nick: En seguir tus sueños, tontita (le dio un pequeño golpe en la cabeza a Fran y ella lo fulminó con la mirada).
Tú: ¿Por qué dices eso? ¿Hay problemas con el musical?
Fran: No, todo es genial (nos guió a unos sillones que estaban en la sala para que nos pusiéramos más cómodos). Amo a mi personaje y al director le encantaron las canciones que compuse.
Nick: Compusimos (la corrigió).
Fran: Como sea (le restó importancia). Además todos mis compañeros son muy agradables, sin embargo es mucha la presión. A veces no estoy segura si voy a poder con todo esto (suspiró).
Tú: Pero es lo que te hace feliz, ¿verdad? (Fran asintió). Entonces lo vas a hacer excelente. Doy por sentado que vas a ser la primera seleccionada para entrar a Juilliard. Eres linda, inteligente, talentosa y esto es tu pasión. No tienes que desanimarte.
Fran: ¡Son los mejores! (dijo emocionada). Muchas gracias, necesitaba tanto que alguien me dijera eso. No sé qué haría sin ustedes, chicos (sonrió).
Como ninguno había almorzado, fuimos juntos a comer a un restaurante cercano que Fran dijo era muy bueno. Durante la comida con habló más detalladamente acerca de los ensayos y los otros chicos que también estaban postulando. No quería dar mucha información sobre el tema del musical porque quería que fuera una sorpresa, por lo que lo único que dijo es que se trataba de una historia de amor sobre dos jóvenes, ella y su co-protagonista Ethan. Por lo que nos contó, el muchacho era muy profesional, comprometido y guapo, y era un placer trabajar con él.
Después de comer, Nick se fue porque tenía reuniones el resto de la tarde, así que con Fran fuimos de compras.
Tú: Y… ¿cómo has estado? (estuve conteniendo era pregunta muchas horas, pero llegó un momento en que no pude aguantarme más).
Fran: Sobreviviendo (suspiró. Supo enseguida a qué me refería). Al principio pensé que iba a ser mucho más fácil (dejó en su lugar un vestido que había estado viendo y levantó la mirada hacia mí). Con el musical en mi cabeza creí que podría concentrarme en otra cosa, pero todo me recuerda a Joe. Lugares, olores, colores… y cada vez que ensayamos la canción que compuse con él un nudo se apodera de mi garganta y mis ojos se llenan de lágrimas (sus ojos estaban llenos de tristeza). Todavía me duele mucho aquí (indicó su corazón), pero ya se me pasará. No saco nada estando apenada, eso no va a lograr que vuelva con Joe o que se solucionen nuestros problemas.
Tú: Él te extraña mucho (le comenté).
Fran: Si no lo hiciera me preocuparía (rió amargamente). Yo también lo extraño, muchísimo. Ya dejé de contar las veces que he estado a punto de llamarlo, de enviarle un mensaje de texto, sin embargo, dentro de todo lo malo, creo que esta separación nos está sirviendo a los dos. Por primera vez me estoy dando cuenta de los errores que cometí durante nuestra relación y de cuánto lo amo. Sé que en el momento indicado vamos a volver, pero no todavía (sonrió sinceramente).
Terminada la conversación no volvimos a tocar ése tema. Sabía que a Fran no le hacía muy bien hablar de Joe, y yo sólo quería saber cómo realmente se sentía, por lo que no la forcé a seguir hablando de ello.
Eran cerca de las ocho de la noche cuando nos subimos a un taxi, llenando el maletero de bolsas. Una de las cosas que había aprendido con el tiempo es que era imposible salir de una tienda sin haber comprado cuando salía con Fran.
Llegué a hotel, dejé las bolsas en la recepción y pedí que las subieran a la habitación. Nick me había pedido que le comprara nuevas cuerdas para su guitarra y lo había olvidado, por lo que enseguida me dirigí a una conocida tienda de instrumentos musicales que no estaba lejos del hotel.
Las calles seguían llenas de gente, lo que dificultaba un poco el paso, pero llegué a la tienda y compré sin problemas las cuerdas.
En el camino de vuelta me dediqué a observar a las personas pasar a mi lado. Había muchas familias, algunas jóvenes y otras con sus hijos más grandes. Instintivamente tomé el colgante en forma de corazón que me habían regalado mis padres. Los extrañaba mucho, pero sabía que ellos siempre estaban conmigo.
Estaba a unas cuadras del hotel cuando sentí que alguien me estaba observando. Giré y no vi a nada especial detrás de mío, así que seguí caminando, pero la sensación no se iba. Volteé otra vez y quedé helada al descubrir quién me había estado observando. Andrés, el hombre que me había raptado y había sido el culpable de que yo perdiera la memoria, estaba frente a mí.
Chicas :D gracias por la paciencia! esta fue una semana de locos, tuve tres pruebas en la Universidad y estaba que moría, lo único que hacía era estudiar! pero ya es fin de semana y les traigo cap :) muchas gracias por los comentarios, no se imaginan lo feliz que me hacen! espero que les guste el cap y sigan leyendo y comentando! las adoro :*
Fran.~
http://twitter.com/fraani_/
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Narras Tú:
Estábamos bajando para ir a cenar cuando nos encontramos con Joe en la escalera. Era la primera vez que lo veía desde que había terminado con Fran, y por su aspecto parecía que no lo estaba sobrellevando muy bien. Estaba vestido con un pantalón de pijama y una camiseta blanca, se notaba que no se había afeitado en varios días, tenía unas ojeras muy marcadas, y los ojos hinchados y rojos.
Tú: Hola, Joe (no sabía si hablar con él o no).
Joe: Hola, ______ (esbozó una leve sonrisa). ¿Cómo estás?
Tú: Muy bien… ¿tú?
Joe: Con mucha hambre (se tocó el estómago). ¿Vamos a comer?
Asentí con la cabeza y caminamos en silencio hasta el comedor. Miré significativamente a Nick, quien hizo un gesto restándole importancia al estado de su hermano. Quizás ya se había acostumbrado a verlo así, pero a mí me sorprendió. Joe no había ido en todos esos días a trabajar, sin embargo, nunca pensé que podría estar tan mal. Me sentí una terrible amiga por no haberme preocupado antes de él.
Durante la cena todos conversamos animadamente, menos Joe. Él sólo se dedicó a comer y responder con monosílabos cuando hicieron vagos intentos por integrarlo a la charla.
Acabó la comida en su plato y enseguida Joe subió a su habitación. No pude evitar mirarlo con pena mientras se marchaba.
Kevin: No te preocupes, ______, no vale la pena.
Nick: Hemos intentado por todos los medios que hable con nosotros o con papá, pero es imposible. Creo que lo que necesita es tiempo.
Andre: Y una buena ducha (rió mientras se paraba de su asiento para ayudar a Denise y a Paul en la cocina con el postre).
Después de cenar Nick y su papá fueron hasta la oficina del último para hablar sobre algo de nuevo disco, y Andre y Kevin desaparecieron de nuestra vista, por lo que sólo quedamos Frankie, Denise y yo. Enseguida me ofrecí a lavar los platos, pero la mamá de los Jonas se negó rotundamente. Dijo que prefería que acompañara al menor de la familia a dormir, y eso fue lo que hice.
Esperé afuera del baño que compartía con Nick hasta que estuvo con su pijama puesto y los dientes lavados, y nos fuimos a la cama. Pensé en preguntarle si quería que le leyera un cuento, pero caí en la cuenta que ya no era tan pequeño como antes. Su habitación estaba llena de figuras de acción e historietas de superhéroes, lo que demostraba que sus gustos habían cambiado. Se acostó y yo me senté a los pies de la cama.
Frankie: ______, ¿te puedo pedir un favor? (preguntó con un poco de timidez).
Tú: Lo que quieras (sonreí).
Frankie: ¿Me cantas una canción?
Tú: ¿Qué? (su petición me confundió y avergonzó).
Frankie: Que si puedes cantarme una canción. Cualquiera.
Tú: Está bien.
Aunque mi trabajo era cantar, no acostumbraba hacerlo en casa y mucho menos a alguien, pero no me molestó hacer una excepción. Creí egocéntrico cantar una de mis canciones, por lo que comencé a tararear una que había escuchado en el auto ése día.
Esperé hasta que Frankie que quedó dormido para salir de la habitación, haciendo el menor ruido posible. Estaba yendo a las escaleras cuando me detuve frente a la puerta del cuarto de Joe. En un impulso toqué la puerta y esperé unos segundos hasta que la abrió.
Joe: ¿Sucede algo? (se pasó las manos por la cara, cegado por la luz del pasillo).
Tú: Sí… o sea no (dudé). ¿Podemos hablar?
Se hizo a un lado y me dejó entrar a su habitación. Al como supuse, estaba completamente a oscuras. Había un par de prendas de vestir tiradas en el suelo, la cama estaba deshecha y sobre ella había una guitarra y varios papeles desparramados, unos arrugados y otros no tanto.
Joe: Está un poco desordenado, lo siento (puso en su lugar un par de cosas rápidamente y estiró un poco las sábanas para que nos sentáramos en el borde de la cama).
Tú: No te preocupes. Yo… (comencé a retorcer mis dedos) quería asegurarme que estuvieras bien. Fue fuiste tan rápido después de la cena que, no lo sé…
Joe: Estoy bien (afirmó en tono neutro).
Tú: Me refiero a que si estás bien de verdad, Joe (lo miré directo a los ojos). Tengo que aceptar que no fui justa contigo. Por razones obvias me preocupé más por Fran, es decir, estaba quedándose en mi casa y la vi tan mal. Es una de mis mejores amigas, no podía dejarla de lado. Y cuando me dijeron que no estabas yendo a trabajar pensé que sólo querías un tiempo solo, procesar lo que había pasado, pero cuando te vi hoy me di cuenta que Fran no fue la única que lo pasó mal. Y estoy tan arrepentida por no haber venido a verte antes. Lo siento tanto…
Joe: Estoy bien (repitió en un tono más irritado).
Tú: Joe, por favor, no tiene que hacerte el fuerte conmigo. Sé por lo que estás pasando y desahogarte ayuda mucho. Puedes confiar en mí.
Acaricié su mano, alentándolo a hablar, mas la quitó y se paró, molesto.
Joe: No quiero hablar, ¿tanto te cuesta entenderlo, ______? Sólo quiero estar solo, pero al parecer eso es imposible en esta casa. Si no es mi mamá la que me mira como si tuviera una enfermedad terminal, es papá o alguno de mis hermanos, que insisten en que hable con ellos. ¿Acaso no pueden respetar mi intimidad? (preguntó con voz fuerte).
Tú: Estamos preocupados por ti, Joe (no iba a dejar que su tono me intimidara. Sabía que era sólo una coraza). No me gusta verte así.
Joe: ¿Y qué quieres que haga? La mujer que amo rompió conmigo y fue todo por mi culpa (su voz se quebró). Si no hubiera sido por mis malditos celos seguiríamos juntos y felices, pero no, tenía que arruinarlo. No confié en ella cuando me lo pidió y preferí creerle a un sitio de chismes que a mi propia novia. Estoy destrozado, ______. No puedo soportarlo, simplemente no puedo.
Dicho esto se desplomó a mi lado en la cama y lo abracé son fuerza. Era la primera vez que veía llorar a Joe, y eso me rompió el corazón. Me mantuve en silencio, esperando que se calmara un poco, mientras le acariciaba el cabello y la espalda.
Cuando los sollozos disminuyeron, es separó un poco de mí y limpió las lágrimas que bañaban sus mejillas.
Joe: Amo a Fran más que nada en el mundo, y la perdí para siempre (dijo con tristeza).
Tú: No digas eso (lo animé). Fran te ama, a todos nos consta eso. Necesitan un tiempo aparte, aclarar sus ideas y sentimientos, retomar la confianza. Eso les va a hacer bien y te aseguro que en un par de meses todo va a volver a ser como era antes (sonreí). Dudo que puedan estar mucho tiempo alejados.
Joe: No sé si… daría lo que fuera por volver con ella, pero si la hice sufrir una vez, ¿quién dice que no vuelva a hacerlo? (dudó apenado).
Tú: ¡No digas eso ni en broma! (lo regañé). No puedes darte por vencido, no sin haber luchado antes. Y si comienzas a confiar en ella y dejas que tenga amigos hombres, todo va a estar bien. Fran tiene que sentir que tú sabes que eres el único hombre en su vida. Todo va a salir bien (aseguré).
Joe: Muchas gracias, ______ (me abrazó con fuerza y yo respondí el gesto).
Tú: De nada (sonreí). Ahora por favor date una buena ducha y sácate el pijama. Vamos a ver una película.
Estábamos todos instalados frente a la gran pantalla en la sala de cine que tenían los Jonas en su casa, esperando a que empezara la película, cuando Nick, que abrazaba mis hombros con su brazo, se acercó a mi oreja.
Nick: ¿Cómo hiciste que Joe hablara contigo? (susurró).
Tú: Tengo mis técnicas y encantos (reí en voz baja, bromeando). No lo sé, sólo fui insistente y le hice ver que nos estaba preocupando a todos.
Nick: Eres la mejor novia del mundo. No sabes cuánto te quiero.
Tú: Yo te quiero más (acorté la poca distancia que nos separaba y lo besé).
Fran.~
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Narras Tú:
Estábamos bajando para ir a cenar cuando nos encontramos con Joe en la escalera. Era la primera vez que lo veía desde que había terminado con Fran, y por su aspecto parecía que no lo estaba sobrellevando muy bien. Estaba vestido con un pantalón de pijama y una camiseta blanca, se notaba que no se había afeitado en varios días, tenía unas ojeras muy marcadas, y los ojos hinchados y rojos.
Tú: Hola, Joe (no sabía si hablar con él o no).
Joe: Hola, ______ (esbozó una leve sonrisa). ¿Cómo estás?
Tú: Muy bien… ¿tú?
Joe: Con mucha hambre (se tocó el estómago). ¿Vamos a comer?
Asentí con la cabeza y caminamos en silencio hasta el comedor. Miré significativamente a Nick, quien hizo un gesto restándole importancia al estado de su hermano. Quizás ya se había acostumbrado a verlo así, pero a mí me sorprendió. Joe no había ido en todos esos días a trabajar, sin embargo, nunca pensé que podría estar tan mal. Me sentí una terrible amiga por no haberme preocupado antes de él.
Durante la cena todos conversamos animadamente, menos Joe. Él sólo se dedicó a comer y responder con monosílabos cuando hicieron vagos intentos por integrarlo a la charla.
Acabó la comida en su plato y enseguida Joe subió a su habitación. No pude evitar mirarlo con pena mientras se marchaba.
Kevin: No te preocupes, ______, no vale la pena.
Nick: Hemos intentado por todos los medios que hable con nosotros o con papá, pero es imposible. Creo que lo que necesita es tiempo.
Andre: Y una buena ducha (rió mientras se paraba de su asiento para ayudar a Denise y a Paul en la cocina con el postre).
Después de cenar Nick y su papá fueron hasta la oficina del último para hablar sobre algo de nuevo disco, y Andre y Kevin desaparecieron de nuestra vista, por lo que sólo quedamos Frankie, Denise y yo. Enseguida me ofrecí a lavar los platos, pero la mamá de los Jonas se negó rotundamente. Dijo que prefería que acompañara al menor de la familia a dormir, y eso fue lo que hice.
Esperé afuera del baño que compartía con Nick hasta que estuvo con su pijama puesto y los dientes lavados, y nos fuimos a la cama. Pensé en preguntarle si quería que le leyera un cuento, pero caí en la cuenta que ya no era tan pequeño como antes. Su habitación estaba llena de figuras de acción e historietas de superhéroes, lo que demostraba que sus gustos habían cambiado. Se acostó y yo me senté a los pies de la cama.
Frankie: ______, ¿te puedo pedir un favor? (preguntó con un poco de timidez).
Tú: Lo que quieras (sonreí).
Frankie: ¿Me cantas una canción?
Tú: ¿Qué? (su petición me confundió y avergonzó).
Frankie: Que si puedes cantarme una canción. Cualquiera.
Tú: Está bien.
Aunque mi trabajo era cantar, no acostumbraba hacerlo en casa y mucho menos a alguien, pero no me molestó hacer una excepción. Creí egocéntrico cantar una de mis canciones, por lo que comencé a tararear una que había escuchado en el auto ése día.
Esperé hasta que Frankie que quedó dormido para salir de la habitación, haciendo el menor ruido posible. Estaba yendo a las escaleras cuando me detuve frente a la puerta del cuarto de Joe. En un impulso toqué la puerta y esperé unos segundos hasta que la abrió.
Joe: ¿Sucede algo? (se pasó las manos por la cara, cegado por la luz del pasillo).
Tú: Sí… o sea no (dudé). ¿Podemos hablar?
Se hizo a un lado y me dejó entrar a su habitación. Al como supuse, estaba completamente a oscuras. Había un par de prendas de vestir tiradas en el suelo, la cama estaba deshecha y sobre ella había una guitarra y varios papeles desparramados, unos arrugados y otros no tanto.
Joe: Está un poco desordenado, lo siento (puso en su lugar un par de cosas rápidamente y estiró un poco las sábanas para que nos sentáramos en el borde de la cama).
Tú: No te preocupes. Yo… (comencé a retorcer mis dedos) quería asegurarme que estuvieras bien. Fue fuiste tan rápido después de la cena que, no lo sé…
Joe: Estoy bien (afirmó en tono neutro).
Tú: Me refiero a que si estás bien de verdad, Joe (lo miré directo a los ojos). Tengo que aceptar que no fui justa contigo. Por razones obvias me preocupé más por Fran, es decir, estaba quedándose en mi casa y la vi tan mal. Es una de mis mejores amigas, no podía dejarla de lado. Y cuando me dijeron que no estabas yendo a trabajar pensé que sólo querías un tiempo solo, procesar lo que había pasado, pero cuando te vi hoy me di cuenta que Fran no fue la única que lo pasó mal. Y estoy tan arrepentida por no haber venido a verte antes. Lo siento tanto…
Joe: Estoy bien (repitió en un tono más irritado).
Tú: Joe, por favor, no tiene que hacerte el fuerte conmigo. Sé por lo que estás pasando y desahogarte ayuda mucho. Puedes confiar en mí.
Acaricié su mano, alentándolo a hablar, mas la quitó y se paró, molesto.
Joe: No quiero hablar, ¿tanto te cuesta entenderlo, ______? Sólo quiero estar solo, pero al parecer eso es imposible en esta casa. Si no es mi mamá la que me mira como si tuviera una enfermedad terminal, es papá o alguno de mis hermanos, que insisten en que hable con ellos. ¿Acaso no pueden respetar mi intimidad? (preguntó con voz fuerte).
Tú: Estamos preocupados por ti, Joe (no iba a dejar que su tono me intimidara. Sabía que era sólo una coraza). No me gusta verte así.
Joe: ¿Y qué quieres que haga? La mujer que amo rompió conmigo y fue todo por mi culpa (su voz se quebró). Si no hubiera sido por mis malditos celos seguiríamos juntos y felices, pero no, tenía que arruinarlo. No confié en ella cuando me lo pidió y preferí creerle a un sitio de chismes que a mi propia novia. Estoy destrozado, ______. No puedo soportarlo, simplemente no puedo.
Dicho esto se desplomó a mi lado en la cama y lo abracé son fuerza. Era la primera vez que veía llorar a Joe, y eso me rompió el corazón. Me mantuve en silencio, esperando que se calmara un poco, mientras le acariciaba el cabello y la espalda.
Cuando los sollozos disminuyeron, es separó un poco de mí y limpió las lágrimas que bañaban sus mejillas.
Joe: Amo a Fran más que nada en el mundo, y la perdí para siempre (dijo con tristeza).
Tú: No digas eso (lo animé). Fran te ama, a todos nos consta eso. Necesitan un tiempo aparte, aclarar sus ideas y sentimientos, retomar la confianza. Eso les va a hacer bien y te aseguro que en un par de meses todo va a volver a ser como era antes (sonreí). Dudo que puedan estar mucho tiempo alejados.
Joe: No sé si… daría lo que fuera por volver con ella, pero si la hice sufrir una vez, ¿quién dice que no vuelva a hacerlo? (dudó apenado).
Tú: ¡No digas eso ni en broma! (lo regañé). No puedes darte por vencido, no sin haber luchado antes. Y si comienzas a confiar en ella y dejas que tenga amigos hombres, todo va a estar bien. Fran tiene que sentir que tú sabes que eres el único hombre en su vida. Todo va a salir bien (aseguré).
Joe: Muchas gracias, ______ (me abrazó con fuerza y yo respondí el gesto).
Tú: De nada (sonreí). Ahora por favor date una buena ducha y sácate el pijama. Vamos a ver una película.
Estábamos todos instalados frente a la gran pantalla en la sala de cine que tenían los Jonas en su casa, esperando a que empezara la película, cuando Nick, que abrazaba mis hombros con su brazo, se acercó a mi oreja.
Nick: ¿Cómo hiciste que Joe hablara contigo? (susurró).
Tú: Tengo mis técnicas y encantos (reí en voz baja, bromeando). No lo sé, sólo fui insistente y le hice ver que nos estaba preocupando a todos.
Nick: Eres la mejor novia del mundo. No sabes cuánto te quiero.
Tú: Yo te quiero más (acorté la poca distancia que nos separaba y lo besé).
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